A medida que van pasando los días las medidas adoptadas en las distintas regiones van modificándose. Pero no todas: el cierre perimetral en Castilla-La Mancha, Cantabria y la Comunidad Valenciana se han prorrogado hasta nuevo aviso, manteniendo así la prohibición de salida y entrada a las regiones salvo por causas justificadas como trabajo, estudios o motivos extraordinarios.
Castilla-La Mancha mantiene su toque de queda desde las doce horas de la noche hasta las seis de la mañana. La prórroga en este caso es indefinida y se someterá a revisión la próxima semana por el Consejo de Gobierno. En la región se mantiene el nivel 2 de emergencia sanitaria habiendo localidades en nivel 3 (más severo y previo al confinamiento absoluto).
Según los datos publicados en la página web de Sanidad de Castilla La Mancha, los datos recopilados durante la semana 44 ascienden a 5.189 casos en la semana 45, evidenciando un leve descenso desde la semana 44, donde se registraron un total de 6.136 positivos.
En Cantabria se ha anunciado la prórroga del cierre perimetral hasta el 2 de diciembre. En los últimos días han reportado 238 nuevos contagios, situación por la que la Dirección General de Salud considera que se encuentran en "riesgo extremo". La incidencia acumulada a 14 días es de 515,94 casos por cada 100.000 habitantes. Han informado de que se está produciendo "transmisión comunitaria no controlada en una gran porcentaje de la población". Desde el Gobierno cántabro se ha publicado una guía para no perderse en las medidas especiales por COVID-19.
En la Comunidad Valenciana se mantiene el cierre perimetral, el toque de queda y las restricciones establecidas hasta el 9 de diciembre. Unas medidas que se toman ante una situación en la que no parecen controlarse las cifras. La incidencia del COVID-19 en la Comunidad Valenciana se ha triplicado desde el mes de octubre, alcanzando hoy 295 infectados por cada 100.000 habitantes. Se han registrado 42 muertes, la cifra más alta durante la segunda ola de pandemia.