Una alianza formal entre India, Rusia y China (a menudo referida como RIC) tendría profundas implicaciones para los Estados Unidos, alterando el equilibrio de poder global y desafiando su influencia geopolítica, económica y militar.
Desafío al liderazgo global de EE. UU.
Una alianza RIC buscaría promover un orden mundial multipolar, reduciendo la hegemonía estadounidense. Rusia y China, en particular, comparten el objetivo de contrarrestar la influencia de EE. UU., y una India alineada podría amplificar este esfuerzo, especialmente a través de plataformas como los BRICS y la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS). Esto podría debilitar la capacidad de EE. UU. para moldear las normas internacionales y mantener su liderazgo en instituciones globales.
Una RIC fortalecida podría atraer a otros países del Sur Global —como Brasil, Sudáfrica o Turquía— que buscan alternativas al orden liderado por Occidente. Esto limitaría la influencia de EE. UU. en regiones clave como América Latina, África y Asia.
Cadenas de suministro alternativas
Rusia y China ya están desarrollando cadenas de suministro y sistemas financieros alternativos para evadir sanciones estadounidenses. Con India en la alianza, estos esfuerzos podrían ganar escala, debilitando la eficacia de las sanciones de EE. UU. y su control sobre el sistema financiero global (por ejemplo, SWIFT).
Si quieres, puedo también ampliar este texto con análisis político-económico, antecedentes históricos y posibles escenarios futuros para la alianza RIC frente a EE. UU.