En mi vida pensé que pudiera escribir lo que voy a escribir.Jamás. Sin embargo, la cruda realidad de este país me lleva a ello, al punto depreguntarme, desde mi libertad y mi conciencia, ¿qué ocurre en España para quela izquierda haya cedido el liderazgo a los ultras de la lucha contra el poderde la banca, en concreto del Santander? Santiago Abascal hoy haya podido conseguirel apoyo de más de 3 millones de ciudadanos y ciudadanas que son o han sidovíctimas de las actividades de la entidad cántabra. El líder de Vox hoy ha dicho,a costa de su enfrentamiento con un grupo de comunicación, lo que nadie se haatrevido a decir en este país durante mucho tiempo sobre el Santander y,evidentemente, eso tendrá sus frutos.
En estas páginas llevamos años publicando sobre el CasoBanco Popular y otros escándalos de la entidad presidida, desde la inesperadamuerte de su padre, por Ana Patricia Botín, un nombramiento que, por cierto,fue duramente criticado por el FinancialTimes porque los tiemposde las dinastías se había acabado en la banca.
No sé si Santiago Abascal es consciente o no de lasimplicaciones de la lucha abierta contra el Santander por su enfrentamiento conel Grupo Prisa del que el banco cántabro es uno de sus máximos accionistas, apesar de los últimos desencuentros con Amber Capital a cuenta de la gestión queestá haciendo el protegido de Ana Patricia Botín, Javier Monzón de Cáceres. Loque está claro es que su discurso ha calado entre los millones de personas,físicas y jurídicas, que son víctimas de las actividades de la entidad.
Desconozco absolutamente si Santiago conoce los movimientos que«presuntamente» se realizaron desde las instituciones estatales para provocarque el Santander se llevara el Banco Popular Español a precio de saldo y en lascondiciones que más interesaban a la entidad de la llama blanca, lo que derivó enla ruina de más de 1,2 millones de personas que no son en modo absolutoespeculadores o millonarias, sino ahorradores y no como los despreció RodrigoEchenique cuando en el Congreso de los Diputados afirmó, con toda la soberbiaque se puede tener aquello de «Que no me digan los accionistas y bonistas queno sabían el riesgo que corrían». Pues no, señor Echenique, no hubieran corridoningún riesgo si no se hubiera torpedeado con una operación diabólica al BancoPopular Español.
También desconozco si el señor Abascal conoce la guerrajudicial que están viviendo los más de 700.000 afectados por los ValoresSantander o los 1,5 millones por las hipotecas con IRPH, de las que elSantander tiene una exposición de 4.000 millones de euros. Lea usted el trabajoque está realizando mi compañero José Antonio Gómez, desde Diario16, tanto enlo referido a este índice declarado abusivo por los tribunales europeos como enlos diferentes escándalos que ha sacado a la luz, tanto en España como endiferentes países del mundo.
Todo esto que Abascal, de manera consciente o no, ha puestoencima de la mesa mientras todos los partidos del arco parlamentario, empezandopor el PP y terminando con la ministra Calviño, se han mantenido al margen o sehan puesto de perfil. No hay más que recordar la operación organizada por elGobierno de Mariano Rajoy, con la colaboración de Luis De Guindos y laconnivencia de las instituciones europeas, lo mismo que no se puede olvidar laactitud de Podemos respecto al Caso Popular durante la Comisión deInvestigación del Congreso, la negativa del Gobierno a retirar a la Abogacía delEstado de la defensa de la JUR o la aprobación por parte del Ministerio deEconomía de Nadia Calviño de la fusión del Popular con el Santander antes deque hubiera una decisión judicial firme al respecto. ¿Qué se puede esperar deuna ministra continuista con las políticas de Luis de Guindos y con una asesoraen la Moncloa que ha defendido a las principales multinacionales de este país?Tengan en cuenta, señores de todos los partidos con representaciónparlamentaria, que las irregularidades cometidas para rescatar al Santander sonde tal calibre que pueden anular toda la operación, sobre todo si se tiene encuenta que se trataba de una entidad solvente y viable, tal y como estácomprobado en el informe de los peritos del Banco de España. ¿De verdad puedendormir todas las noches con su conciencia en paz?
Respecto a Podemos, el señor Iglesias criticó con dureza ala señora Botín en el debate y la acusó, incluso, de haber imposibilitado laformación de un gobierno progresista tras las elecciones del 28 de abril de2019. Sin embargo, desde que está en el poder no ha hecho nada para, porejemplo, investigar desde el Ministerio de Trabajo si el Santander pagó losimpuestos que le correspondían por los ERE ejecutados y que, según publicóDiario16, no había aportado ni un solo euro al Estado por los despidos deempleados mayores de 50 años ejecutados en los expedientes de regulación deempleo de los años 2013, 2016 y 2017, hecho que ha sido corroborado alsindicato CGT por parte del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).
No puedo estar de acuerdo con el 98% del discurso de Santiago Abascal porque estoy en contra de todo lo que representa humana y políticamente el partido que preside. Sin embargo, el líder ultra ha conseguido en menos de 5 minutos el apoyo de más de 3 millones de personas que, hasta ahora, se han encontrado huérfanos de protección frente al Santander. Todo por culpa de la inacción y del ponerse de perfil de todos los partidos con representación parlamentaria.
A estas alturas de mi vida no tengo que reivindicar mi pensamiento progresista ni mi ideología de izquierdas y Vox representa todo lo contrario a lo que he defendido y luchado durante mis años de existencia. Les quiero recordar que yo viví 10 años en Euskadi con dos escoltas de ministerio del Interior por defender la libertad de prensa, siendo de Bollullos Par del Condado. Les recuerdo también que entrevisté a Arnaldo Otegi y no me infectó absolutamente de nada. Sin embargo, cuando me crucé con usted, señor Abascal, en los pasillos del Parlamento en Vitoria, tanto usted como quienes le acompañaban ya emanaban de su cuerpo fascismo. Yo no puedo apoyar la homofobia, el racismo, la cultura del odio ni el populismo totalitario del partido ultra porque están muy alejados del respeto a los derechos humanos. Sin embargo, ustedes están demostrando en su apoyo incondicional a Donald Trump en su represión a las protestas tras el asesinato de un ciudadano afroamericano por parte de la policía. Yo no apoyo ni apoyaré el totalitarismo Trump jamás, como no puedo aceptar al gobierno de Maduro ni la falsa democracia de la oposición venezolana. Mi pensamiento está fundamentado en la lucha por los valores humanistas de concordia y respeto, de igualdad real. No obstante, las palabras de líder de ultraderecha en el Congreso respecto al Banco Santander van a atraer a millones de personas que se han visto absolutamente abandonadas por los diferentes gobiernos y algunos poderes de la democracia. Lo que está ocurriendo con las 305.000 familias del Banco Popular Español es la mejor demostración de que de aquellos barros llegaron estos lodos: el PP lo promovió y lo permitió, el gobierno progresista, con su silencio incoherente, no hizo nada y, al final, la extrema derecha se comió el rédito político. ¡Tiene guasa, mucha guasa, que yo tenga que escribir esto, pero no me puedo callar!