Media hora le bastó a Suiza para tener su partido de debut encarrilado. En el minuto 5 un remate de cabeza de Schar adelantaba a los helvéticos tras dos errores de los albanos, uno en el marcaje y otro por la salida en falso de Berisha. Todo parecía preparado para que los suizos vivieran un partido tranquilo a la espera de que los goles fueran cayendo por sí solos. Esa sensación se agravó con una clara ocasión de Seferovic que paró el portero albanés con una gran intervención.Sin embargo, no ocurrió así. Albania salió de la malla táctica que le impone Di Biasi y comenzó a presionar a Suiza y a dar una sensación de mayor peligro con dos ocasiones de Shaka y Sadiku, ésta en un mano a mano con Sommer.Pasados los 30 minutos se produjo la segunda jugada que parecía clave para hundir a Albania. Seferovic se marchaba hacia la portería cuando el capitán albanés Cana se resbaló y cogió el balón con la mano, lo que provocó su expulsión. Todo parecía perdido porque Suiza se lanzó al ataque para intentar cerrar el partido antes del descanso y tuvo claras ocasiones que no se convirtieron por culpa del poste y de las intervenciones de Berisha.En la segunda parte Albania, con un planteamiento muy ordenado y con presión alta provocó la desconexión de Suiza y que las mejores ocasiones de gol fueran albanesas. Sommer se convirtió en el héroe helvético, sobre todo por una parada en un mano a mano contra Gashi, impidiendo de este modo el empate que Albania se mereció.Buenas impresiones de Albania, que mereció mucho más. Suiza, como en todas las grandes citas, dejó más dudas que certezas.