Alemania ha suspendido de manera indefinida todos sus programas voluntarios de visados humanitarios para refugiados, una decisión anunciada por el Ministerio del Interior esta mañana.
Alemania pone así fin temporal a su política de puertas abiertas para refugiados, alegando saturación y cambio de prioridades políticas. El giro impacta directamente en miles de personas vulnerables y supone un hito en la tendencia restrictiva de la UE en materia de inmigración, marcando distancias con la histórica imagen de acogida alemana.
El anuncio implica el cierre inmediato de nuevas solicitudes y deja en espera solo los procesos ya muy avanzados antes de marzo de este año.
El programa representaba un salvavidas legal para personas en situación de riesgo: disidentes, periodistas perseguidos, activistas, familias afganas colaboradoras de Alemania, y otros refugiados vulnerables. Desde 2021, más de 45,000 afganos habían sido evacuados e instalados en Alemania bajo esta vía, además de numerosas personas de Siria y otros países en conflicto.
Con esta medida, miles de personas quedan en el limbo, como los 2,300 afganos en Pakistán que esperaban viajar a Alemania, así como numerosos casos de Siria y países africanos.
El Ministerio de Asuntos Exteriores y la Oficina Federal para Migración y Refugiados han paralizado toda nueva solicitud y solo procesan casos con compromiso legal previo.
El endurecimiento migratorio responde tanto al avance de la extrema derecha(AfD duplicando su apoyo) como a tensiones internas entre CDU y SPD. La agenda prioriza políticas más restrictivas, fidelizando votantes preocupados por integración y seguridad.
El Ejecutivo alemánalega saturación de recursos y presión sobre alojamientos y servicios públicos tras acoger a 2.5 millones de refugiados (más de 1 millón ucranianos, el resto de otras naciones) y un fuerte aumento de solicitudes de asilo y presión ciudadana por reducir la inmigración.
La cancelación no es un hecho aislado: va acompañada de nuevas restricciones
Además de la cancelación, se han anunciado nuevas medidas tales como:
Freno al programa de reasentamiento gestionado por Naciones Unidas desde abril, por el que Alemania se había comprometido a acoger hasta 13,000 refugiados en 2024-2025, recibiendo solo 4,711 en lo que va de año.
Suspensión por dos años del derecho a reunificación familiar para quienes tengan solo protección subsidiaria (refugiados con derecho limitado, especialmente sirios y afganos).
Abolición del procedimiento de remonstración, que permitía apelar rechazos de visado fuera del camino judicial. La remonstración es un procedimiento para apelar decisiones denegatorias fuera del ámbito judicial, presentando una queja o solicitud de reconsideración ante la embajada o consulado.
Críticas y consecuencias:
Organizaciones humanitarias y la ONU advierten del aumento de rutas irregulares y del cierre de una vía segura que reconocía el derecho internacional y la protección a perseguidos.
También hay preocupación por la reputación internacional de Alemania como referente en derechos humanos, que ante estas medidas, podría quedar en entredicho.