Fuentes del entorno del ministerio han asegurado que entre Marlaska y Botella no había una buena comunicaciónSu relevo se interpreta por el interés de Marlaska en conformar un equipo más a su medida. De todas formas, la sustitución al frente de la Guardia Civil de Félix Azón, magistrado y exvocal del Consejo General del Poder Judicial (al igual que Marlaska), era la más previsible. Llegó al cargo de la mano de Margarita Robles, con la que coincidió en el gobierno de los jueces.La salida de Azón ha sido provocada por su mala gestión, muy en el seno del Instituto armado, tanto por las asociaciones de la Guardia Civil como por los propios mandos, que le reprochaban que la Policía Nacional tuviera mayor protagonismo.El último de los ceses ha sido el de su jefa de prensa, Mar Hedo, que ha sorprendido a los medios, con los que ha mantenido un trato exquisito y a la que el ministro nombró en su toma de posesión del pasado lunes para agradecer que siempre ha respondido a todos los periodistas. Los que si continúan en sus cargos son Francisco Pardo, director general de la Policía; Ángel Luis Ortiz, secretario general de Instituciones Penitenciarias, y la subsecretaria de Interior, Isabel Goicoechea.Marlaska mantiene en su puesto a otro hombre del PSOE, Francisco Pardo, quien llegó a la Dirección General de la Policía después de haber ocupado cargos de responsabilidad tanto en el Gobierno de Castilla-La Mancha, donde fue jefe de gabinete, consejero de Presidencia y presidente de las Cortes hasta 2011, como en el Ministerio de Defensa, en el que ocupó la Secretaria de Estado entre 2004 y 2007, con Bono como ministro. Otro cargo que se mantiene es el de Ángel Luis Ortiz como máximo responsable de Prisiones. Ortiz es magistrado y antiguo juez de vigilancia penitenciaria y que accedió al cargo en 2018 cuando era el director del gabinete jurídico de la entonces alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena.
Ana Botella del PSOE, de ministrable en Interior a acabar en el paro
16
de Enero
de
2020
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¿Qué puede haber ocurrido para que el titular de la cartera de Interior haya fulminado a su numero dos, Ana Botella? Fuentes del departamento han confirmado que Marlaska decidió anoche prescindir de la secretaria de Estado de Seguridad y del director general de la Guardia Civil, Félix Azón, como ya informo Diario16.com.El nuevo número dos de Interior, elegido por Fernando Grande-Marlaska, será el también juez Rafael Pérez Ruiz, que sustituye en el cargo a Ana Botella Gómez.Cuando en junio de 2018 Grande-Marlaska accedió al ministerio del Interior, tras la moción de censura contra el Gobierno de Mariano Rajoy, varios de sus nombramientos fueron impuestos desde la dirección del PSOE en Ferraz. Entre ellos el de Ana Botella, diputada del PSOE en la oposición, muy próxima al secretario de organización del partido socialista y actual ministro de Transportes y Movilidad, José Luis Ábalos. Parece que en su cese han pesado varios problemas surgidos en la aplicación del acuerdo de equiparación salarial de policías y guardias civiles con los Mossos, o los traspiés en el despliegue policial para hacer frente a los graves disturbios registrados en Cataluña tras la sentencia del procés.En su época de diputada, Botella tenía un papel relevante en la Comisión de Interior del Congreso, donde compartía turno con el que era portavoz del partido, Antonio Trevín. Su gestión al frente de la Secretaría de Estado no ha sido puesta en duda, pero fuentes del entorno del ministerio han asegurado que, entre Marlaska y Botella no había una buena comunicación y ha decidido que sea su jefe de gabinete, el también juez Rafael Pérez, quien sea su número de Interior.El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha señalado que respeta la decisión del ministro del Interior de destituir a la secretaria de Estado de Seguridad, la valenciana Ana Botella, pero de la que ha destacado “el trabajo encomiable" que ha hecho y su valía. En declaraciones a los periodistas tras el homenaje a Manuel Broseta, celebrado ayer, Puig ha afirmado que no tiene nada que decir de la decisión adoptada pues se trata de cuestiones que afectan “a la determinación de los ministros que componen sus equipo y él tampoco quiere que le digan el equipo que debe tener”.
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