Los Gobiernos autonómicos de Madrid y Andalucía, ambos bipartitos de PP y Ciudadanos con el apoyo decisivo de la ultraderecha de Vox, asumen el problema de las ratios en los colegios de forma diametralmente opuesta. Mientras el titular de Educación de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, del Partido Popular, ha proyectado la compra de 260 barracones para abordar en una primera fase una bajada de la ratio lo más cercana posible a los 20 alumnos por clase, su colega de Andalucía, Javier Imbroda, de Ciudadanos, descarta por completo esta posibilidad y la considera “inviable” en una comunidad como la andaluza donde en la actualidad más de 11.000 alumnos dan clases en 240 edificios prefabricados que albergan más de 450 aulas, según los datos de la Junta de Andalucía actualizados a finales de 2019.
Los profesores inundaron las redes sociales a comienzos de este septiembre para evidenciar que el problema de las ratios para mantener las distancias de seguridad entre los alumnos en las aulas no se había solucionado ni mucho menos. Las aulas albergan de media en Infantil y Primaria a unos 25 alumnos y a más de 30 en los centros de Secundaria. La propia ministra de Educación, Isabel Celaá, ha asegurado reiteradamente que “se ha logrado bajar las ratios al contratar a más profesores”. En el caso de Andalucía, los aproximadamente 6.400 anunciados por el Gobierno de Juan Manuel Moreno Bonilla apenas dan para un profesor más de media por cada centro educativo.
Sin distancia de seguridad entre pupitres
La bajada de la ratio ha sido una de las demandas más insistentes tanto de los sindicatos como de los equipos directivos de los centros escolares, así como de los docentes y también de las madres y padres representados por las Ampas. Pese a ello, el inicio del curso se está llevando a cabo con ratios muy por encima de lo acordado sobre el papel por el Gobierno y las comunidades autonómicas, en clases donde la distancia de seguridad entre pupitres difícilmente supera los 50 centímetros, muy lejos del metro y medio que indican las autoridades sanitarias.
El 6% de la comunidad educativa en Andalucía aún da clases en módulos prefabricados, que se mantienen en uso durante casi 20 años de media
Los gobiernos autonómicos han mirado hacia otro lado de un modo u otro, aunque mientras el de la Comunidad de Madrid ha reconocido la dificultad de bajar la ratio aunque lo intentará con la instalación de 260 módulos prefabricados, el de Andalucía ha restado importancia a este vital asunto y le ha dado carpetazo. “No es esencial”, ha dicho recientemente el propio presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, del mismo partido que su colega de la Comunidad de Madrid. El consejero andaluz, Javier Imbroda, de Ciudadanos, ha considerado esta opción “inviable porque no hay espacio” en los centros, al tiempo que ha volcado de nuevo la responsabilidad en los equipos directivos de los colegios para que sean ellos los que intenten “relajar” las ratios que hacen inviable unas medidas de seguridad adecuadas en las aulas.
Imbroda no ha cogido el guante de su colega madrileño sobre la instalación de nuevos “módulos prefabricados” porque su departamento se ha impuesto acabar esta legislatura, o al menos reducirlo al máximo, con el problema cronificado de los barracones escolares, una dura realidad del sistema educativo andaluz desde hace décadas.
Un total de 240 edificios prefabricados albergaban en Andalucía hasta finales del pasado 2019 más de 450 aulas, donde dan sus clases a diario más de 11.000 alumnos. Sólo las provincias de Jaén y Córdoba se libran de estas construcciones ‘temporales’. Sevilla copa este problema con 30 centros escolares con este tipo de aulas prefabricadas, seguida de Almería (29), Málaga (25), Cádiz (14), Granada (10) y Huelva (7).
Un total de 36 de estos edificios prefabricados superan los 20 años de vigencia y otros 28 se acercan a las dos décadas. El edificio más antiguo de estas características en funcionamiento tiene casi un cuarto de siglo. Estas instalaciones temporales son usadas de media durante casi 19 años.
Insuficientes centros públicos
La pandemia de la covid-19 ha elevado de nuevo al primer plano de la actualidad uno de los problemas crónicos de la educación en España: la insuficiente red pública de centros de educación, por lo que no existe en la actualidad una cobertura educativa adecuada para toda la población en edad escolar. Las ratios por aula recomendadas por la altas instancias educativas a nivel internacional no descienden, pese al notable descenso de población en edad escolar, porque no se construyen centros públicos y se apuesta únicamente por que sean los centros privados y privados concertados los que absorban a los estudiantes ‘sobrantes’.
La opción de urgencia que siempre han tenido a mano las administraciones de uno y otro color político cuando han gobernado (ya sea PP o PSOE) es la instalación de barracones o también llamados más eufemísticamente “módulos prefabricados”. Ahora, en plena pandemia y ante la urgencia de la situación, Andalucía no quiere ni oír hablar de barracones escolares, una realidad muy presente aún en el sistema educativo andaluz.