Seis años han pasado desde que comenzase una pesadilla para nueve maestros del Instituto Palau de Sant Andreu de la Barca, en Cataluña, cuando fueron acusados por delitos de incitación al odio y contra la integridad moral, por unos presuntos comentarios que habrían hecho ante algunos alumnos, hijos de Guardias Civiles, tras las cargas del 1 de octubre.
La causa contra los ocho docentes que han sido investigados, comenzó abriéndose ante la Audiencia de Barcelona, y fue archivada en marzo de este año. Con la confirmación del archivo de la última causa que quedaba abierta, queda confirmada la inocencia de todos ellos.
Al conocerse la noticia, los docentes han leído públicamente un manifiesto en el que han criticado el silencio de quienes sacaron rédito político y mediático por esta situación. Se han dirigido a políticos de Ciudadanos, al ministro del Interior y de Educación de aquel momento, al delegado del gobierno en 2017, Enric Millo y al entonces alcalde Nanuel Enric.
Sobre estos hechos solamente ha habido una disculpa: la del alcalde de la localidad, Marc Giribert, que se disculpó en nombre del Ayuntamiento, a pesar de no ser él quien gobernaba cuando comenzó la "caza de brujas".
Los docentes, según ha recogido El Punt Avui, lamentan que este caso abriera la veda para que se generasen tensiones y malestar dentro de la escuela catalana. Unos efectos que, señalan, perduran a día de hoy.
“Cerrados todos los casos, podemos hablar abiertamente sobre todo este sufrimiento que ha supuesto para los nueve docentes implicados, para toda la comunidad educativa del Ins. El Palau y el mal que se ha hecho en toda la enseñanza pública de Cataluña, en un cuestionamiento instrumentalizado del modelo de escuela pública catalana. Desde el Gobierno central del PP, desde las tribunas parlamentarias en Madrid y en el Parlament, C's y el PP no dejaron de dar por ciertos los hechos por interés político y, junto con muchos medios de comunicación, lanzaron todo tipo de acusaciones contra el supuesto adoctrinamiento que hacían los y las docentes de la escuela catalana”.