Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, ha encendido una tormenta mediática y política tras su respuesta directa al presidente venezolano, Nicolás Maduro. Todo comenzó cuando el líder venezolano la tildó de "falangista" durante un acto en el que también atacó a Alberto Núñez Feijóo, presidente del Partido Popular (PP), y al líder de la oposición venezolana, Edmundo González. Lejos de quedarse en silencio, Ayuso replicó con un provocador “¿por qué no se calla?”, recordando la célebre frase del rey Juan Carlos I a Hugo Chávez en la Cumbre Iberoamericana de 2007.
El origen de la disputa
La controversia arrancó tras una manifestación en Madrid en apoyo a la democracia en Venezuela y al líder opositor Edmundo González, donde participaron Ayuso y Feijóo. El acto, que congregó a cientos de venezolanos y simpatizantes de la causa, exigía la investidura de González como presidente de Venezuela, en un desafío directo al régimen chavista. Maduro, molesto por la convocatoria y por la aparición de González tras su exilio, no dudó en desatar su furia contra los líderes del PP.
Durante su discurso en La Guaira, Venezuela, Maduro calificó al Partido Popular como "el partido franquista de España", y lanzó graves acusaciones contra Feijóo, a quien describió como "un ladrón vinculado al narcotráfico". Pero las palabras más contundentes fueron dirigidas a Ayuso, a quien llamó "falangista" y "fascista colonialista". Según Maduro, la presidenta madrileña es "de lo peor que hay en España".
Estas declaraciones no cayeron en saco roto. Ayuso, siempre combativa y con un marcado estilo directo, no tardó en devolver el golpe. Aludiendo a la famosa frase del rey emérito, contestó: "¿Por qué no se calla?", desencadenando una nueva oleada de reacciones tanto en España como en el ámbito internacional.
Ayuso, defensora de la libertad en Venezuela
La participación de Ayuso en la manifestación de apoyo a Venezuela no fue casual. La presidenta madrileña ha sido una firme defensora de los derechos humanos y las libertades en el país sudamericano, criticando con dureza el régimen de Maduro en repetidas ocasiones. La Comunidad de Madrid, bajo su liderazgo, ha ofrecido apoyo a los exiliados venezolanos que han huido de la represión en su país.
En respuesta a los insultos de Maduro, Ayuso dejó claro que no está dispuesta a permitir que se silencie a quienes defienden la libertad: “Nosotros estamos del lado de los oprimidos, de quienes luchan por la democracia. Lo que le molesta a Maduro es que no vamos a callarnos, que seguimos apoyando a quienes sufren bajo su dictadura”, declaró Ayuso en una intervención en la Asamblea de Madrid.
El PP exige una respuesta del Gobierno
Las declaraciones de Nicolás Maduro no solo han provocado la reacción de Ayuso, sino también del Partido Popular en su conjunto. Borja Sémper, portavoz del PP, criticó la falta de respuesta por parte del Gobierno de Pedro Sánchez ante los insultos del mandatario venezolano. "Ayuso es la representante del Estado en Madrid, y es inaceptable que un dictador ataque a una figura pública de esta manera sin que el Gobierno actúe", señaló Sémper en una rueda de prensa.
El portavoz del PP también aprovechó la ocasión para recordar que el Gobierno español ya ha retirado a embajadores en otras ocasiones, como ocurrió en Buenos Aires cuando el presidente argentino, Javier Milei, insultó a la esposa de Pedro Sánchez. Aunque Sémper no pidió explícitamente la retirada del embajador en Caracas, sí exigió una respuesta contundente por parte del Ejecutivo para defender a la presidenta de Madrid y al Partido Popular.
Monedero y el trasfondo político
Una figura clave que ha jugado un papel importante en esta controversia es Juan Carlos Monedero, cofundador de Podemos y aliado del chavismo. Según fuentes cercanas al PP, Monedero habría avivado el fuego en Caracas al compartir con Maduro la supuesta vinculación de Ayuso con el falangismo, un dato falso que el presidente venezolano utilizó en su discurso. Esta estrecha relación entre algunos miembros de la izquierda española y el régimen venezolano ha sido objeto de crítica constante por parte del Partido Popular.
Una guerra dialéctica que trasciende fronteras
El enfrentamiento entre Isabel Díaz Ayuso y Nicolás Maduro ha reavivado el debate sobre las relaciones de España con Venezuela y el rol que el Gobierno de Pedro Sánchez ha jugado en este asunto. Mientras Ayuso se erige como una firme defensora de la libertad y la democracia en América Latina, el Ejecutivo español ha optado por mantener una postura más diplomática y conciliadora con el régimen de Maduro, lo que ha sido duramente criticado por la oposición.
Con su célebre "¿por qué no se calla?", Ayuso ha dejado claro que no está dispuesta a retroceder en su apoyo a los venezolanos que luchan por la democracia. Pero esta confrontación también pone de manifiesto las tensiones internas en España sobre cómo gestionar las relaciones con regímenes autoritarios. Mientras el Gobierno evita el conflicto directo, la presidenta madrileña ha tomado una postura mucho más activa, que la ha colocado en el centro de la atención mediática y política, tanto en España como en América Latina.