Ayuso sacrifica horas de música escolar por las de religión

Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, persiste en su proyecto de la tercera de educación física, una más que hasta ahora, pero en detrimento de asignaturas como música, filosofía, cultura clásica o un segundo idioma, pero manteniendo las dos horas de religión a la semana. Toda una “aberración pedagógica“para la Asociación de Directores de Institutos de la Comunidad de Madrid .Las federaciones de Enseñanza de UGT y Comisiones Obreras de Madrid, tras recibir el borrador del decreto que la Comunidad de Madrid ha remitido al Consejo Escolar y que introduce cambios en el currículum de la ESO para que los alumnos hagan más deporte, pero eso sí, reduciendo el tiempo que se va a dedicar a las optativas.Para los sindicatos está tercera hora de educación física que anunció la presidenta Isabel Natividad Díaz Ayuso hace unos meses va a suponer, según la propuesta de su gobierno, “un recorte en las sesiones semanales que hasta ahora se dedicaban a las materias de libre configuración autonómica”.Los alumnos de los tres primeros cursos de la ESO (Educación Secundaria Obligatoria), solo tendrá una hora semanal de la asignatura optativa que elijan dentro de este bloque: segunda lengua extranjera, cultura clásica, iniciación a la actividad empresarial, música o ajedrez, en vez de la dos horas que tiene ahora. Lo que supone un deterioro de las capacidades artísticas y culturales de las futuras generaciones.En 4º de la ESO, se eligen dos asignaturas de libre configuración, solo una se mantendrá con dos horas semanales; la otra pasará a tener solo una hora a la semana. Los cambios se introducirán a partir del curso 2020/2021 en 1º y 2º de secundaria; mientras que se empezarán a aplicar en 3º y 4º en el curso 2021/2022 según la propuesta del Gobierno regional.UGT mantiene que el aumento de horario de Educación Física se realice a costa de la reducción del horario de Religión.Teresa Jusdado, secretaria de Enseñanza de la FeSP UGT Madrid, ha denunciado que la presentación de un borrador de Decreto que modifica el currículo de Secundaria para aumentar una hora de Educación Física “es a costa de las asignaturas específicas opcionales y de libre configuración autonómica”.UGT reitera su propuesta de que se reduzca del horario de Religión por considerar que, de otro modo, esta medida afectaría a la ya escasa formación en materias de enseñanzas artísticas y/o humanísticas, así como al horario establecido para recuperación de Lengua y Matemáticas, lo que incidirá muy negativamente en el alumnado.UGT pide al Ejecutivo madrileño, que incorpore en el nuevo currículo de Historia de ESO, un apartado dedicado a la Inquisición española y a los judeoconversos y su legado, por considerar que los descendientes conversos de los judíos españoles tuvieron una labor importantísima en el desarrollo de nuestra Historia. Nadie podría comprenderla sin figuras como Teresa de Jesús o Juan de la Cruz, por ejemplo.Isabel Galvín, secretaria general de la Federación de Enseñanza de Madrid de CCOO considera que este nuevo curriculum implica “un ataque en toda regla a la formación integral del alumnado madrileño, que va a debilitar aún más el aprendizaje de una segunda lengua y las enseñanzas artísticas como la música y el dibujo, pero también la cultura clásica, la filosofía o el ajedrez”. Además “este nuevo curriculum es un duro golpe al derecho a una educación integral para el siglo XXI, y supondrá que gran parte del alumnado madrileño quede rezagado con respecto a otras Comunidades Autónomas y países de nuestro entorno”.Para el sindicato esta medida se lleva a cabo a costa de suprimir horas de las materias de libre configuración autonómica, lo que supone dinamitar el modelo de optatividad en Educación Secundaria. “La optatividad tiene un gran valor porque adapta la oferta a la diversidad del alumnado, la convierte en un lugar inclusivo que garantiza una formación variada –continúa Galvín. Pero la optatividad es cara, y eso lo sabe la Administración, porque la pluralidad en la oferta educativa implica conceder más cupo de profesorado a los centros. Recortar la optatividad supone agrupar al alumnado y, por tanto, recortar en profesorado, y esto es grave. En términos de cupo, esta medida puede tener un impacto similar a los recortes perpetrados en educación en 2011”.