La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, lo ha vuelto a hacer: Ha utilizado el marketing para darse un homenaje a sí misma en lo que se supone sería el homenaje a las víctimas mortales del Covid-19.
Nada que ver este homenaje de hoy en Madrid con el que tuvo lugar en el patio del Palacio Real y que organizó el Gobierno de España.
Un evento promovido por la propia Ayuso sólo para darse protagonismo a sí misma.
En su discurso, Ayuso ha declarado que “dialoguemos, pactemos políticas comunes, hablemos con los ciudadanos para recordarles que el virus sigue entre nosotros, especialmente en espacios cerrados, en ambientes privados; y, sobre todo, sepamos pelear con el espíritu positivo, energético y alegre que caracteriza a los españoles”. Curioso que la presidenta de Madrid pida diálogo tras sus numerosas pruebas de deslealtad al Gobierno de España por su gestión en la crisis de la pandemia.
Reconoce Ayuso en su discurso -sin ninguna autocrítica, por supuesto- que “miles de personas han fallecido solas, y aunque siempre han tenido el último aliento, la mano de un sanitario o después de un profesional de la UME, muchos madrileños no han podido despedirse de sus abuelos, de sus padres, de sus hermanos, de sus hijos. A todos ellos y a las casi 60 personas que nadie ha reclamado y van por ellas estas flores junto a la placa que hemos visto ahora en la fachada de la Real Casa de Correos, va este sentido homenaje”.
Junto a Ayuso en este homenaje, sus palmeros: el alcalde de Madrid, la vicealcaldesa y todo su ejecutivo en pleno.