El BCE bajo presión por acusaciones de gobernanza “antidemocrática”

Fuertes tensiones entre la dirección y el personal marcan el mandato de Christine Lagarde

31 de Julio de 2025
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BCE Lagarde

El Banco Central Europeo (BCE) atraviesa una de sus mayores crisis internas tras un duro enfrentamiento entre la presidencia de Christine Lagarde y los representantes de los trabajadores.

Una carta firmada por el comité de empresa ha acusado directamente a Lagarde de dirigir una institución con comportamientos “antidemocráticos” y de desplegar una “fortaleza legal irresponsable” que no respeta los principios de Estado de derecho, según destapó una investigación periodística reciente

Origen del conflicto

La polémica surge a raíz de una propuesta de la dirección del BCE para que, a partir de mediados de 2026, los representantes electos de los trabajadores dediquen parte de su tiempo laboral a tareas ordinarias en vez de dedicarse exclusivamente a la defensa de los intereses del personal. Esta medida limita la posibilidad de ejercer plenamente la labor sindical, algo que la legislación laboral alemana sí garantiza fuera del BCE. Como organización extraterritorial, el banco no está obligado a respetar esta normativa nacional. 

Los representantes sindicales, entre ellos Carlos Bowles —presidente del comité de empresa y vicepresidente del sindicato IPSO—, advierten que estas restricciones recortan su capacidad de defensa y denuncia, y que pueden acabar “silenciando el único contrapeso institucional” dentro de la institución.

Dos de los sindicatos más influyentes del continente europeo -EPSU y Verdi- han mostrado también su oposición a los cambios y han instado a la presidenta del BCE a reconsiderar la propuesta, recordando que los actuales privilegios sindicales en Alemania tienen más de un siglo de historia.

Los sindicatos sostienen que las nuevas reglas restringen el tiempo y la energía disponible para defender a una plantilla creciente y sus necesidades complejas, y temen un retroceso en los derechos laborales en una de las principales instituciones financieras del continente.

La carta enviada a Lagarde también denuncia altos niveles de favoritismo,agotamiento laboral y precariedad, especialmente entre empleados con contratos temporales.

Una encuesta interna reciente respalda este malestar: el 77% de los cerca de 1,400 encuestados opinan que “conocer a las personas adecuadas” es más relevante para avanzar en el BCE que el mérito profesional.

Respuesta del BCE 

El BCE defiende que los cambios propuestos buscan favorecer tanto la carrera profesional de los representantes como la defensa de los intereses laborales del personal, y asegura operar “dentro de un marco laboral claro, estrechamente alineado con el Estatuto del Personal de la UE” y bajo escrutinio del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.

Según la institución, ha ganado una abrumadora mayoría de disputas laborales ante el Tribunal de la UE en los últimos años.

Sin embargo, el conflicto se enmarca en un creciente descontento entre los empleados, evidenciado por encuestas repetidas en las que al menos la mitad califica de “deficiente” el liderazgo de Lagarde,percibiéndolo como “autocrático” y centrado en cuestiones políticas más que en la gestión interna. Las críticas contrastan con la imagen progresista que proyecta la presidenta hacia el exterior, pero ponen en entredicho la cultura corporativa de la institución europea. 

El desenlace de esta crisis puede sentar importantes precedentes para la representación laboral en organismos internacionales y la gestión interna en la Unión Europea

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