El Congreso ha vivido hoy una tensa jornada debido a Felipe VI.
Una imagen del Rey de niño, cuando era príncipe de Asturias, dando la mano a Franco, que mostraba el portavoz Gabriel Rufián, mientras acusaba al Rey de ser de Vox, ha alterado y generado un ardua bronca en el Congreso que había comenzado antes con las descalificaciones del líder del PP, Pablo Casado, contra el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al acusarle de desleal por permitir las críticas de los ministros de Podemos al monarca por su llamada a Lesmes.
Reconciliar
Las declaraciones de ayer tras el Consejo de Ministros, de la portavoz María Jesús Montero, en las que trataba de reconciliar al Rey con el Gobierno al asegurar que“no creo que el Rey haya vulnerado la neutralidad política”, de poco han servido para tratar de poner un poco de paz en cuanto al debate de la Monarquía se refiere.
El presidente del PP, Pablo Casado, ha protestado por las alusiones "ofensivas" de Rufián al Rey y ha exigido a la presidenta de la Cámara, la socialista Meritxell Batet, que tomara cartas en el asunto.
Batet ha zanjado la situación asegurando que los discursos de sus señorías se enmarcan dentro de la "libertad de expresión" y lo que sí ha aconsejado a todos es "contención" y "educación".
El líder del PP se ha referido expresamente al portavoz de ERC, Gabriel Rufián, que minutos antes había asegurado que a Felipe VI le había votado Franco y que es el diputado 53 de Vox. "No se puede agredir a las instituciones del Estado con la complicidad del Gobierno, no todo vale. Basta ya, señora presidenta", ha dicho Casado, quien ha pedido que se retiren del Diario de Sesiones los comentarios que ha tachado de "ofensivos". "Usted tiene la responsabilidad de no tolerar una acusación como la del señor Rufián diciendo que la Jefatura del Estado es autoritaria", le ha afeado casado.
También la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimada, ha insistido sobre este asunto de Rufian, pero la presidenta del Congreso no le ha dejado intervenir más sobre asunto al asegurarle que el tema quedaba zanjado con su respuesta a Pablo Casado.
Por su parte, Pedro Sánchez ha obviado esas alusiones a las críticas de sus ministros al monarca.