El futuro ejército de Carles Puigdemont tenía que ser, por supuesto, de buen pedigrí catalanista. En los registros realizados por la Guardia Civil a los implicados en la trama de financiación del procés, los agentes hallaron una libreta con anotaciones en la que, entre otras cuestiones, aparecen anotaciones y calificativos sobre la cúpula de mandos de los Mossos d’Esquadra, tal como queda acreditado en el sumario de la operación Vóljov al que ha tenido acceso Diario16. La libreta pertenecía a una persona de confianza de Puigdemont, Victor Terradellas, presidente de Catmón, una entidad que promueve el reconocimiento de la nación catalana. Algunos de los agentes de los Mossos a examen son mencionados por su nombre y apellido, detallando el cargo que desempeñan y valoraciones de carácter marcadamente político para determinar su grado de afección al independentismo.
Así, junto al policía aparecen comentarios como “A: patriotismo: determinación”; “B: capacidad de gestión carisma/gestión de equipos”; “C: lealtad institucional”; o “A: vínculos políticos en partidos contrarios al procés”. La libreta recoge que los mandos de la policía autonómica catalana también eran examinados en función de conceptos tales como el “patriotismo”, “el carisma” o “la lealtad institucional”, llegando a utilizar distintos términos para referirse a los mismos como “catalanista, pusilánime, patriota, cobarde, vende humo, rojo, viene del CNP, PSOE, cuota femenina, muy españolista, muy religioso, lesbiana, etc”.
Víctor Terradellas fue secretario de relaciones internacionales de Convergència Democràtica y presidente de la fundación Catmón. “Si bien se desconoce el motivo de por qué el investigado tiene acceso a toda esta información, el conocimiento tan exhaustivo de las personas que tienen que velar por la seguridad pública de los ciudadanos de Cataluña pone de manifiesto su capacidad de acceso a las instituciones”, asegura el informe de la Guardia Civil. Es decir, “Terradellas posee una información al alcance de pocos y la valoración que realiza de los mandos de los Mossos podía ser transcendente para determinadas cuestiones, sobre todo aquellas que pudiesen estar relacionadas con algún hecho delictivo, así como para poder conseguir un determinado propósito político por lo que resultaría fundamental conocer la ‘lealtad y el patriotismo’ de los distintos altos mandos policiales autonómicos”, añade el informe policial.
Según un reciente auto del Juzgado de Instrucción Número 1 de Barcelona, en algunas supuestas conversaciones entre Terradellas y el político y empresario Xavier Vendrell se habló de la posibilidad de que el jefe de un grupo ruso ofreciera a Carles Puigdemont “contar con 10.000 soldados y pagar toda la deuda catalana” si se declaraba la independencia, aunque el expresident “es va cagar a les calces [se cagó en los pantalones]”. Tal como consta en el sumario, el citado grupo militar ruso quería hacer de Cataluña un país como Suiza.
Según publica el diario El Periódico de Cataluña, Xavier Vendrell fue “uno de los principales impulsores de que los integrantes de la organización independentista Terra Lliure abandonara la violencia y se integraran en la ERC de Àngel Colom. Él mismo reconoció ante el juez Carlos Bueren, en 1992, cuando acudió de manera voluntaria a declarar, haber sido miembro de la banda entre 1989 y 1991, y haber cometido dos atentados, objetivos que él mismo había elegido. En sede judicial, Vendrell afirmó haber abandonado la organización terrorista por la caída de su apoyo social y por la falta de sentido que tenían las acciones violentas”. Vendrell ha ostentado varios cargos políticos, entre ellos el de conseller de Governació de ERC, partido del que llegó a ser secretario de organización.
Los implicados en la trama están siendo investigados por varios cargos de corrupción en una causa donde se mezcla el desvío de fondos públicos, la organización de Tsunami Democràtic para llevar a cabo acciones de desestabilización y protesta en los días del referéndum de autodeterminación del 1-O y operaciones comerciales con algunos empresarios para financiar la secesión de Cataluña del Estado español.