Cada día que pasa se demuestra que Cayetana Álvarez de Toledo está en el partido equivocado y eso provoca que eche leña al fuego, además de que destroce la estrategia de vuelta a la senda democrática del PP.
Mientras los partidos que respetan a la democracia respiraron aliviados al escuchar el brillante discurso del líder de la oposición, la diputada del PP ha sacado su lado más ultra y ha manifestado su disconformidad con lo afirmado por Casado le "parece una injusticia y un error. Ha hecho una impugnación muy ad hominem de su persona. Hay el riesgo de que muchos de los votantes de Vox sientan ese ataque como un ataque a los votantes de Vox también y que se aparten definitivamente del partido".
Cayetana Álvarez de Toledo ha culpado a esa "injusticia" que Abascal estuviera en estado de shock, sin entrar a valorar la profundidad del discurso que el presidente del PP hizo y que le separó, ya veremos si definitivamente, de la extrema derecha y acercó un poco más al PP al lugar que nunca debió abandonar.
Además, la diputada del PP ha señalado que la estrategia de democratización del partido conservador conlleva riesgos, puesto que "el proceso que se inicia con el discurso de la moción puede ir a la voladura de Vox o de los votantes de Vox con el PP. Lo más importante es reagrupar el espacio del centro derecha y eso incluye a millones de personas que han ido a Vox", añadiendo que hay que reconstruir los puentes entre ambos partidos porque "tras este ataque a Abascal es importante construir la trama de afectos que es muy difícil".
Por otro lado, Cayetana Álvarez de Toledo ha criticado de manera solapada la disciplina de voto que hay en los grupos parlamentarios, ya que ella era partidaria de no votar "NO" a la moción de censura de Vox: "Mi voz es siempre mía y mi voto es casi siempre del partido".