En medio de las continuas transferencias de armas prohibidas a Ucrania y Rusia durante la guerra en curso, la máxima encargada de desarme en la ONU llamó este viernes a las partes del conflicto a respetar el derecho internacional y proteger a los civiles.
Durante una sesión del Consejo de Seguridad solicitada por Rusia, la alta representante para Asuntos de Desarme, Izumi Nakamitsu, dijo que desde la última sesión informativa sobre transferencias de armas hace sólo dos semanas, la prestación de asistencia militar y la transferencia de armas y municiones a las fuerzas armadas ucranianas ha continuado.
“Toda transferencia de armas y municiones debe cumplir con el marco jurídico internacional aplicable, incluidas, por supuesto, las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad, que en ciertos casos imponen sanciones y medidas restrictivas a dichas transferencias”, subrayó Nakamitsu.
Los envíos incluirían armas convencionales pesadas como tanques, vehículos y aviones de combate blindados, helicópteros, artillería de gran calibre y sistemas de misiles, así como vehículos aéreos de combate no tripulados y municiones operadas a distancia, armas pequeñas y armas ligeras y su parque, precisó.
Nakamitsu se refirió a los informes de Estados que están transfiriendo o planean transferir armas como vehículos aéreos no tripulados, misiles balísticos y municiones a las fuerzas armadas rusas y que esas armas se han utilizado y se podrían seguir usando en Ucrania.
La alta representante mostró gran preocupación por los informes relacionados con el uso y la transferencia de municiones en racimo desde el comienzo del conflicto y la contaminación con minas y restos explosivos de guerra en Ucrania.
Cumplir con las convenciones internacionales
Asimismo, recordó al Consejo la importancia y el valor del derecho internacional en el contexto de seguridad actual, e instó a los Estados Miembros a cumplir con sus obligaciones en virtud de diversos tratados de desarme, en particular las convenciones sobre municiones en racimo, minas antipersonal y lo que se conoce como “ciertas armas convencionales” consideradas indiscriminadas o excesivamente nocivas, como las trampas explosivas, los láseres armados diseñados para causar ceguera permanente y las armas incendiarias.
La participación universal en esos tratados y su plena aplicación deben seguir siendo una prioridad, afirmó, y pidió a todos los Estados que cumplan con sus obligaciones según el derecho internacional humanitario, que se adhieran a los tratados de desarme y que se rijan por las obligaciones se establecen en esas convenciones.
“Cumplir con esas obligaciones es fundamental para evitar sufrimiento innecesario o daños superfluos a las personas y para proteger a los civiles”, afirmó.
Los Estados deben prevenir el desvío y uso indebido de armas
Nakamitsu sostuvo que los Estados importadores, de tránsito, productores y exportadores de armas deben actuar de manera responsable en cada paso de la cadena de transferencia de armas y municiones para prevenir y detectar el desvío, el tráfico ilícito y el uso indebido.
Desde la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero de 2022, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humano ha registrado más de 11.700 civiles muertos y más de 24.600 civiles heridos en Ucrania.
Según esa dependencia, agosto fue el mes con el segundo mayor número de víctimas civiles en 2024, después de julio, con al menos 184 civiles muertos y 856 heridos en Ucrania.
El uso de vehículos aéreos no tripulados armados y misiles por parte de Rusia sigue causando muertes y lesiones a civiles, así como daños a la infraestructura civil en Ucrania, apuntó Nakamitsu.
Añadió que también se ha registrado una serie de ataques transfronterizos con misiles y vehículos aéreos no tripulados de Ucrania dentro de Rusia, algunos de los cuales resultaron en víctimas civiles y daños a bienes civiles.
“Los vehículos aéreos no tripulados armados y los misiles no deben utilizarse de manera incompatible con el derecho internacional humanitario”, recalcó, y agregó que todas las partes en cualquier conflicto armado “tienen la obligación de proteger a los civiles”.