Después de casi dos décadas de estancamiento, la Comisión Europea ha decidido reactivar la Directiva de Igualdad de Trato que busca ampliar la protección frente a la discriminación en la Unión Europea.
La propuesta, presentada por primera vez en 2008, llevaba años bloqueada debido a la falta de consenso entre los Estados miembros, ya que para su aprobación es necesaria la unanimidad.
Esta directiva pretende ir más allá del ámbito laboral, extendiendo la protección contra la discriminación por motivos de religión, discapacidad, edad u orientación sexual a áreas como la educación, la vivienda, la sanidad, la protección social y el acceso a bienes y servicios.
De esta manera, la normativa europeas equipararía esta protección con la ya existente para la discriminación por raza u origen étnico.
La presión social y política ha sido clave para que la Comisión cambiara de posición y optara por mantener viva la iniciativa
En los primeros meses de 2025, la Comisión valoró retirar la propuesta debido a las resistencias de varios países, con tres Estados miembros aun mostrando reservas al texto actualizado.
Sin embargo, esta idea recibió una rápida y contundente respuesta en contra por parte de eurodiputados, cerca de una quincena de países y numerosas organizaciones sociales.
El proyecto está ahora en una fase de negociaciones intensas en el Consejo de la Unión Europea, con un amplio apoyo mayoritario y la intención de las presidencias polaca y belga de buscar la tan necesaria unanimidad.
Se espera que, si se logra aprobar, esta directiva cierre una importante brecha legal y refuerce los derechos fundamentales, promoviendo una mayor cohesión y diversidad en Europa.
Organizaciones defensoras de los derechos sociales y civiles han mostrado su satisfacción por la reactivación del texto, advirtiendo que una retirada hubiera sido un serio retroceso en la lucha contra la discriminación y la desigualdad en el continente.