Mañana el Congreso de los Diputados reconocerá al opositor a Nicolás Maduro, Edmundo González, como presidente electo de la República Bolivariana de Venezuela. Será así tras la confirmación por parte de Aitor Esteban, portavoz del Partido Nacionalista Vasco, de que votarán a favor de dicho reconocimiento.
De este modo, la previsión es que PP, Vox, UPN, Coalición Canaria y PNV sumen 177 votos, es decir, mayoría absoluta. Se trata de una decisión más simbólica o política que otra cosa, puesto que el reconocimiento a González Urrutia no tendrá efectos jurídicos.
La presión de la oposición venezolana ha sido intensa en estos días, sobre todo después de la llegada de Edmundo González a España, donde el gobierno de Sánchez le concederá el asilo político.
Victoria del Partido Popular
Este reconocimiento es una victoria para el PP, puesto que, si el Grupo Parlamentario Socialista vota en contra o se abstiene, tendrán más munición para atacar a Pedro Sánchez con, seguramente, graves acusaciones de complicidad con la dictadura de Nicolás Maduro.
Por otro lado, el PP siempre ha presumido de estar al lado de la oposición al régimen chavista. Es más, incluso se acusó de que José María Aznar fue, presuntamente, uno de los urdidores del intento de golpe de Estado contra Hugo Chávez de 2002. Durante años, los populares han participado u organizado actos de repulsa contra la dictadura de Nicolás Maduro. Incluso, el padre del opositor Leopoldo López fue candidato y eurodiputado por el PP.
Financiación de la oposición
Eso sí, condenando la tiranía de Nicolás Maduro, se hace necesaria que el Congreso de los Diputados inicie una comisión de investigación sobre los canales de financiación de la oposición venezolana, puesto que, en muchos casos, se da la circunstancia de que llega a través de personas que se enriquecieron con la corrupción en la época de Hugo Chávez y que posteriormente huyeron.
Esas personas, empresarios, importantes despachos de abogados y millonarios venezolanos que ahora pueblan las calles de los barrios y las zonas residenciales más exclusivas de España, tienen su riqueza gracias al desfalco de dinero y de empresas públicas en la época de Hugo Chávez. La gran mayoría de ellos canalizan su dinero desde paraísos fiscales en Asia, Europa y América a través de importantes tramas y redes de empresas pantalla, tal y como ha reconocido en varias ocasiones la Justicia española. Una porción de ese dinero, que llega blanqueado a España, termina en donaciones a la oposición.
Ya sucedió con Juan Guaidó, cuyo entorno más cercano fue investigado por corrupción en Estados Unidos, tal y como reveló el Washington Post. En concreto, se trataba de presuntos actos ligados a la gestión irregular de activos venezolanos en el extranjero. También se abrieron otras investigaciones en países de América Latina como Paraguay.
Por esa razón, el Congreso debe investigar, puesto que la oposición a un régimen totalitario no puede estar financiada con dinero procedente del crimen, la estafa o del blanqueo de los capitales expoliados al pueblo venezolano. Un movimiento opositor queda totalmente deslegitimado si se convierte en un canal de blanqueo de tramas criminales.