Un 12 de octubre de 1992 se clausuró un evento que dejó huella en una Sevilla que parecía dormida en sus laureles, barroquismos y lo más rancio. Entonces se situó en el mapa del mundo. Desde aquellos días atrajo una lógica depresión tras el trajín de aquella Expo. Pero se reinventó con más turistas, inversiones, emprendimientos, tecnologías, ingenierías o la aeronáutica. La capital de La Giralda ya fue puerto de Indias, atrajo pícaros y creó escuela de artistas. Hoy poco tiene que ver con el medievo.
Esa añoranza se maridó con un multitudinario concierto de dos formaciones musicales (Seguridad Social y Hombres G) que regresaron a Sevilla intactos, frescos y proactivos. Sólo tenían más canas sus vocalistas y músicos. Nada más. El éxito y fervor del público colmató una noche memorable.
El recuerdo de aquella Expo, de su parte, se celebró a lo grande. Efectos lumínicos, ingeniosos juegos de luces coloridos y un Curro (mascota de la Expo92) se asomaba. La concurrencia lo veía desde la entreplanta de la Puerta de Navarra. Se recordaban así días dichosos a los que se añadían mucha remembranza del personal de Icónica Sevilla Fest, el evento que daba soporte a la celebración.
Seguridad Social al loro
Abrió la noche una formación estrictamente rockera. El escenario se llenó de dos guitarristas y un batería que mostraron su oficio. El irredento José Manuel Casañ prestó su voz para deleite del personal. Celebran Seguridad Social 40 años desde que grabaron al mundo Konsspiración. Los expertos musicales concluyen que ahí comenzó todo.
Los valencianos maridan varios ritmos (rock, punk, reggae, bossa nova, baladas, canción española….) impecables. Sin abandonar ortodoxias versionan con maestría a Nino Bravo o Touquinho.
Casañ al micrófono sabe dar lo que el público espera. Su conexión no sólo tiene tablas, es especialmente emotiva porque tras 40 años no perdieron sus referentes. Y su fuerza en el escenario.
Junto al cantante compartieron excelencia Javi Vela (guitarra) Jorge Molina (bajo) y Víctor Traves (percusión). El concierto empezó con el tema de 1988 La camisa de once varas. Siguieron con Mi rumba tarumba y Sólo tú. Después, aterrizó la magia del Brasil con la versión de Acuarela de Touquinho. Más temas completaron el repertorio: Ritmo, Acción, Chiquilla, Comerranas y Gilipollas.
Nino Bravo, inolvidable paisano de los Seguridad Social, despidió un concierto vibrante, fresco y generoso de energía. Convirtió la nostalgia en alegría, los móviles grababan o encendían su luz para que nunca se apague el éxito de Nino Bravo. Al clásico no sólo su prematura muerte le explica tan grande leyenda que aún es. El homenaje a Bravo fue con el tema Un beso y una flor. La concurrencia, próxima a los 10.000 espectadores, coreaba el tema con la voz de Casañ y la música de su grupo, perfectamente acompasado con el vocalista.
Seguridad Social no quería irse del escenario tras su irrepetible concierto. Una hora y media de aplausos y cariño del público dejaron tocados a los miembros del grupo. Se pellizcaban y abrazaban por su éxito. Pudieron confirmar en Sevilla, en su Plaza de España, el buen hacer artístico tiene ese premio. Sólo recordar al que fuera Alcalde de Madrid Enrique Tierno. Seguridad Social estuvo al loro y le dio al personal lo que quería. El listón lo puso alto.
Hombres G, personas de 10
Un largo intermedio, de casi una hora, hizo que Hombres G sucediera en el escenario a Seguridad Social. En 2023 celebrarán sus 40 años de carrera como sus predecesores en Icónica Sevilla Fest. Conclusa la Expo92 este grupo comenzó su éxito. Una segunda etapa, tras parones creativos y de directos, inscribió en el panorama artístico a los Hombres G para siempre.
El guitarrista-líder-vocalista del grupo, David Summers, principió sus palabras presentando respetos a Sevilla, donde nació su inolvidable padre, Manolo Summers, y donde viven la madre y hermanos del cantante. Recalcó que actuar en la Plaza de España era un sueño. Lo hizo realidad con su entrega ante la concurrencia.
Summers recordaba que el grupo nació en un bar madrileño, La esquina del Rowland. Casi dos horas duró su descarga musical. La batería de temas repetía un repertorio que coreaba también una emocionada concurrencia. La mayoría femenina tarareaba con énfasis las canciones que les sigue enamorando.
El concierto comenzó bien. La letra de Voy a pasármelo bien confirmó los mejores pronósticos, que incluyen película y muchos reportajes sobre la bondad de la canción. Otros temas conocidos desarrollaron el concierto: El ataque de las chicas cocodrilos, Chico tienes que cuidarte y Si no te tengo aquí.
La añoranza de inolvidables meses donde Sevilla fue cita obligada sobrevoló la magna obra del arquitecto Aníbal González. Desde su poltrona de bronce en la Plaza de España que diseñó es testigo del pálpito hispalense
De la segunda etapa de Hombres G, desde el 2004 que comenzó, cantaron el homenaje al bar donde se gestó el grupo. También Voy a rezar. Ahí se explayó el teclista Jason Paradise. El saxo Juan Muro hizo de las suyas con muy buena nota.
Un tema inolvidable, Te quiero, viajó al personal décadas atrás. El escenario fue testigo con posterioridad de canciones que deleitaron sin duda: Indiana, Nassau, Suéltate el pelo, Bar y Marta tiene un marcapasos. La particular forma de interpretar Temblando. Más intenso se mostró Venezia que propuso Javier Molina. La despedida, cómo no, coreó uno de los tremas más conocidos de Hombres G: Sufre mamón.
La noche que celebró los 30 años del cierre de la Expo92 abrió la Plaza de España al recuerdo de aquel evento que reinventó a la capital andaluza tras un provincianismo donde todo parecía estar previsto. Hombres G en su concierto mezcló imágenes de otros tiempos mayoría en blanco y negro.
Si en 2023 preparan una gira que llenará estadios y regresarán al éxito que ya alcanzaron para celebrar sus 40 años en las tablas de la música, los 30 años que pasaron desde que se cerró la Expo de 1992 parecen no ser nada. Si este artículo se titula Cuando fuimos jóvenes, en el concierto de Seguridad Social y Hombres G había mucha juventud. Gozosa cantaba y bailaba la mejor música y celebraba las mejores letras.
Por último, resaltar el buen hacer de Icónica Sevilla Fest. En su segunda edición se suceden los llenos sobre cancelaciones (Woody Allen Quartet). Su generoso espacio para degustar la mejor gastronomía y bebidas, aunque a precios propios del lujo, nos pasea por una recuperada Plaza de España para la noche, para deleitarnos con juegos de luces que ilumina esa media naranja que representa al estrado. Icónica Sevilla Fest llegó para quedarse.