Darién, el lugar donde los migrantes se exponen a abusos y violencia sexual

Las limitadas y a veces deficientes políticas de regularización e integración han llevado a muchos a cruzar la peligrosa selva del Darién

13 de Septiembre de 2024
Actualizado a las 11:22h
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Tapón Darién
Migrantes cruzan en canoa el Tapón de Darién | Foto: Human Rights Watch

Los gobiernos de Iberoamérica hoy no ofrecen vías suficientes y adecuadas para garantizar el acceso a refugio y otras formas de protección internacional para las personas que huyen de crisis de derechos humanos, incluyendo de Venezuela, señala un informe de Human Rights Watch.

El informe, “El Tapón del Darién: la selva donde confluyen las deficientes políticas migratorias de América Latina”, analiza las políticas migratorias de seis países de la región, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Panamá y Perú, e identifica los principales retos a los que se enfrentan los migrantes y solicitantes de asilo para regularizar su situación migratoria, obtener el reconocimiento como refugiados y acceder a la integración socioeconómica.

En el último año y medio, más de 700.000 migrantes y solicitantes de asilo han cruzado el Tapón del Darién huyendo de la violencia, la persecución y de crisis humanitarias. Ello incluye cerca de 477.000 venezolanos, 60.000 ecuatorianos y 41.000 haitianos.

Human Rights Watch visitó el Tapón del Darién seis veces entre abril de 2022 y septiembre de 2024 y entrevistó a más de 300 personas. Entre los entrevistados se encontraban migrantes y solicitantes de asilo que habían realizado la travesía o estaban a punto de hacerlo, trabajadores humanitarios, autoridades colombianas y panameñas y expertos en migración de toda la región.

Los investigadores también revisaron datos e informes de los gobiernos colombiano, panameño y estadounidense; agencias de la ONU; organizaciones humanitarias y de derechos humanos internacionales, regionales y locales; y clínicas jurídicas locales.

En Venezuela, observadores internacionales que monitorizaron las elecciones han expresado profundos cuestionamientos sobre el anuncio del Consejo Nacional Electoral (CNE) de que Nicolás Maduro ganara. Tras las elecciones, las autoridades venezolanas han cometido violaciones generalizadas de derechos humanos contra manifestantes mayoritariamente pacíficos, líderes de la oposición y críticos del gobierno. El 2 de septiembre, un juez ordenó la detención del candidato presidencial de la oposición Edmundo González, que según el Centro Carter obtuvo el mayor número de votos, y que tuvo que huir a España.

Según una encuesta realizada en Venezuela tras las elecciones, el 43% de los encuestados estaba considerando la posibilidad de abandonar el país, incluyendo 1,5 millones de personas que planeaban hacerlo antes de finales de año.

El aumento de migrantes y solicitantes de asilo ecuatorianos es resultado del fuerte incremento de la delincuencia y la violencia en el país, con tasas récord de homicidios y extorsión. La pobreza y la falta de empleo adecuado son también factores clave.

Algunos gobiernos latinoamericanos han realizado esfuerzos encomiables para acoger a migrantes y solicitantes de asilo. Sin embargo, las limitadas opciones de regularización, el escaso acceso a refugio y los limitados programas de integración han dejado a cientos de miles de personas incapaces de rehacer sus vidas, obligando a muchos a dirigirse hacia el norte a través de la selva.

Aunque el número exacto de personas que abandonan cada país de la región a través del Tapón del Darién es difícil de calcular, las encuestas realizadas por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) entre enero y julio de 2024 en el Darién indican que entre el 45 y el 67% de los venezolanos que cruzaron la selva habían vivido en otros países de Sudamérica.

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