Destapado el chat donde un Guardia Civil amenazaba y acosaba a una mujer víctima del 1 de octubre
19
de Junio
de
2019
Actualizado
el
02
de julio
de
2024
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Marta Torrecillas se hizo conocida en España después de que denunciase las lesiones sufridas a causa del brutal comportamiento de los agentes de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado que intervinieron en el colegio donde ella votaba el 1 de octubre.Marta tuvo que soportar una campaña de difamación, de insultos y de tergiversación en los diferentes medios de comunicación españoles, así como en las redes sociales. Seguro que la recuerdan: es la mujer a la que la policía arrastró, agredió, y retorció los dedos de la mano.Ella misma denunció en un primer momento que le habían roto los dedos. Después, tras acudir a recibir los cuidados sanitarios necesarios, no había sido una rotura, pero el dolor, según nos confirman médicos traumatólogos, es prácticamente el mismo. "Es perfectamente normal considerar que le rompieron los dedos. La lesión que Marta sufrió es muy parecida a una rotura. Es como cuando una persona sufre un esguince, dependiendo del grado, puede doler incluso más que una rotura en un momento dado", nos indican.Sin embargo, como el diagnóstico no fue una rotura, a Marta comenzaron a acusarle de mentir, de inventarse la agresión. A pesar de que todos hemos podido ver las brutales imágenes de la misma. Aquí puede verlohttps://www.youtube.com/watch?v=4zBwNifMxYg Tras aquello, Marta explicó las lesiones que había sufrido, especificando que técnicamente no le habían roto los dedos. Pues la fiscalía comenzó una investigación para imputarle calumnias. Para Marta comenzó una auténtica pesadilla a partir del 1 de octubre. No podía caminar sola por la calle, tuvo que cambiar de teléfono ante las gravísimas amenazas, llamadas y barbaridades que le enviaban. Ella no entendía cómo era posible que la gente tuviera sus datos personales y se vio realmente en medio de una situación que no alcanzaba a comprender pero que le hizo pasar miedo, angustia y muchísima incomprensión a raíz de la campaña de desprestigio que sufrió.Pues bien, Marta ha procurado ser prudente durante estos meses, no queriendo formar un escándalo a pesar de que tenía pruebas para demostrar todo lo que estaba sufriendo. Lo puso todo en manos de sus abogados y hoy ha llegado el momento en que la realidad empieza a aflorar.Naciódigital ha publicado en exclusiva la imagen de un chat en el que incluyeron a Marta. Un grupo de gente se dedicaba exclusivamente a insultarla, a amenazarla, a vejarla y a menospreciarla. Entre los integrantes del grupo, al menos, uno de ellos es agente de la Guardia Civil.Según señala Naciodigital, un total de 7.800 mensajes de WhatsApp, 315 llamadas, y 791 SMS son los que ha recibido Marta como campaña de acoso directo contra ella. Fue a través de ForoCoches donde se dieron a conocer los datos privados de Marta, así como en los comentarios que se permite hacer en algunos medios de comunicación. Fue, sin duda, una campaña orquestada, un "a por ella".El grupo de WhatsApp que crearon y que podemos conocer parte de su contenido, se llamó "Arriba España hija de puta". En él, los comentarios que se le dedicaban a Marta eran de este estilo: "quién quieres que te toque a ti, fea "," apa que no te las tocan ni con un palo, perra "," ni con la polla de otro "," eres más fea que la independencia "," la policía no te tiró por las escaleras, ser la misma escala "," siempre serás española "o" como disfrutaba mientras te partían las manos ". Cuatro personas han sido acusadas por estos mensajes. Uno de ellos es Guardia Civil desde 2012. Otro quedó excluido como aspirante en 2008 -al no poder acreditar el título de la ESO-. El tercero fue condenado en 2007 por falta contra el orden público (enfrentándose a los Mossos y gritando "Viva la Guardia Civil").Enric Millo también ante la justiciaEl que fuera delegado del gobierno dijo públicamente que Marta había pedido perdón por mentir. Y no es cierto. Lo que Marta hizo fue explicar, con el parte médico en la mano, que lo que ella había creído que se trataba de una rotura, fue una capsulitis, una cuestión de terminología médica que en nada se le puede imputar a una persona que, sencillamente estaba denunciando una agresión y el dolor que sufrió.La defensa de Torrecillas le da la posibilidad a Millo de retractarse de sus palabras como paso previó a la vía judicial (denunciando a Millo por mentir).
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