Duro Felguera se mira en el espejo de Abengoa para no ser traicionado por el Santander
22
de Noviembre
de
2017
Actualizado
el
02
de julio
de
2024
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La semana pasada se hizo pública la aprobación por parte del pool bancario del desbloqueo de una partida de avales para dar aire financiero a Duro Felguera y para permitir que continuara con su actividad, un paso dado, sobre todo, tras el hecho relevante remitido a la Comisión Nacional de Valores por el que la empresa asturiana reconocía la pérdida de 900 millones de euros en cartera, una consecuencia de la situación a la que la han llevado tanto la banca (el Santander) y Miguel Zorita.Para que este desbloqueo de avales pudiera llevarse a efecto la banca se comprometió con el actual presidente de Duro Felguera que lo haría efectivo con la condición de que él abandonara la presidencia. En distintos medios se hizo mención a que «había llegado la hora de que Ángel del Valle cumpliera con su parte del trato» tras el anuncio del pool de que se abriría una nueva línea de avales. Sin embargo, el presidente sólo cumplirá si ese compromiso es puesto por escrito. Dice el adagio popular que un gato escaldado del agua fría huye y en los últimos años hay demasiados ejemplos en los que el Santander ha prometido ayudar de una forma u otra a empresas con las que tenía deuda y luego no cumplió su promesa para, de este modo, poder hacerse con el control de la sociedad en cuestión. El ejemplo más claro lo tenemos en lo que ocurrió con Abengoa y con la familia Benjumea.El Santander no formaba parte del accionariado de Abengoa, como no lo es de Duro Felguera, y, por tanto, no tenía potestad para cesar al presidente Felipe Benjumea. Pero lo hizo. Como ya hemos repetido en diferentes ocasiones, una entidad bancaria nunca puede intervenir en la gestión de una empresa porque, además de ser ilegal, es un código de conducta por el que se rigen los bancos. Rodrigo Echenique se comprometió con Benjumea a ayudar a Abengoa con una ampliación de capital.En el mes de agosto de 2.015 Felipe Benjumea comunica a Rodrigo Echenique que va a hacer una ampliación de capital y éste le dice que puede contar con el Santander.Sin embargo, cuando se iba a firmar el aseguramiento por los bancos aseguradores (Santander, HSBC y Credit Agricole) la operación no se lleva a efecto porque Rodrigo Echenique impuso por sorpresa la condición de que hay que cesar a Felipe Benjumea. El HSBC no conocía ese hecho, se niega y la operación se cae iniciándose nuevamente negociaciones con un fuerte impacto en los mercados por la desconfianza generada por esa condición, además de suspenderse diferentes líneas de liquidez.Las condiciones que se ponen a Abengoa en esa negociación son muy duras tras la negociación. No obstante, una hora antes de que se inicie la reunión en la que se firmará el aseguramiento bancario, Echenique llama por teléfono y confirma que si Benjumea no es cesado el Santander no da el aseguramiento, lo que pone al Consejo de Administración en una situación en la que si quieren que la empresa sobreviva tienen que ceder ante las condiciones del Santander. Una vez cesado Benjumea, el Santander no cumple su compromiso y no apoya la ampliación de capital.Eso es lo que quiere evitar el actual presidente de Duro quien cumplirá su compromiso cuando las condiciones se le pongan por escrito y sean firmadas de una manera legal. El máximo accionista de la empresa no puede permitir que el Santander tome el control como hizo con la multinacional sevillana. Hay demasiado en juego, entre otras cosas, la «asturianidad» de la compañía y los 2.000 puestos de trabajo.Por otro lado, el día 26 de noviembre termina el contrato de Miguel Zorita, el oscuro personaje impuesto por el pool, es decir, por el Santander, para reflotar la compañía a través de un plan de negocio, pero pagado por Duro Felguera con un salario millonario. En dicho contrato hay una prima de 400.000 euros condicionados a la aplicación de un plan de viabilidad y al desbloqueo de la situación con la banca, algo que no ha hecho sino más bien todo lo contrario puesto que ha dañado la imagen y la capacidad de generar cartera de Duro. La permanencia del actual Consejo de Administración hasta la fecha de finalización de la relación con Zorita haría que esa cantidad se revirtiera en los trabajadores y en los proveedores en vez de en el bolsillo del ejecutivo valenciano. La actuación de Zorita no es merecedora de ganarse esa prima dado que ha sido más perjudicial que beneficiosa su actuación, salvo que los beneficios esperados sean recogidos por quien le pusieron ahí o que su único objetivo fuera crear una situación límite para presionar tanto al presidente como al Consejo de Administración y dejar el campo libre al Santander, tal y como ocurrió con Abengoa.Lo que sorprende es que el actual Consejo de Administración de Duro Felguera haya permitido que un personaje tan oscuro como Zorita siga ligado a la empresa asturiana y no lo despidiera en el momento en que en estas páginas se hizo pública toda la información sobre los oscuros negocios del valenciano. También es sorprendente que, tras esa información, ni los sindicatos, ni los comités de empresa, ni las autoridades políticas del Principado ni, incluso, las entidades del pool que no son el Santander no hubiesen presionado para que el Consejo de Administración de Duro Felguera tomara esa decisión puesto que la presencia de Zorita ha afectado, afecta y afectará claramente al prestigio y a la integridad que puedan transmitir al mundo empresarial, a los mercados, al Principado y, además, ha puesto en peligro los empleos de Duro Felguera. También ha afectado a los propios accionistas, tal y como nos lo han hecho saber algunos de ellos, ya que los movimientos de Zorita están afectando gravemente a su inversión.La persona que asuma la presidencia de Duro Felguera, una vez que el pool bancario presente las condiciones por escrito y, por consiguiente, se consume la dimisión del actual presidente, debe aportar soluciones que respeten los empleos actuales y, si fuera posible, ampliar las líneas de negocios para generar nuevos puestos de trabajo en Asturias. Lo importante es que le dejen trabajar y, sobre todo, que no se deje influenciar por quien no tiene más interés que el propio en Duro Felguera.
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