El acoso y la ejemplarización a que son sometidos los denunciantes de corrupción en España
20
de Marzo
de
2019
Actualizado
el
02
de julio
de
2024
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Prácticamente todos los denunciantes de corrupción en España han recibido el acoso de las instituciones a las que denunciaron y de los miembros del aparato corrupto del Estado. Estas personas se encuentran, de repente, con la situación paradigmática de hallarse en un mundo que se ha dado la vuelta, en el que la persecución va dirigida hacia quienes defienden la legalidad, un acoso que, en muchos casos, viene directamente desde el tercer poder que está encargado de, precisamente, de impartir justicia.Esta paradoja lleva a los denunciantes de corrupción a encontrarse en un escenario de desequilibrio que, en varios casos consultados por Diario16, les lleva a tener que ser tratados psicológicamente.El patrón del acoso suele ser el mismo. En primer lugar reciben advertencias verbales. El siguiente paso es el aislamiento dentro de su trabajo para, finalmente, buscar la apariencia de legalidad en un expediente que pretende la expulsión de la administración. Evidentemente, todo ello va acompañado de otros delitos como el acoso laboral, las amenazas no sólo contra el denunciante sino contra su entorno, su familia, sus hijos. Este patrón del acoso, de las amenazas, se asemeja a los protocolos de los clanes mafiosos y no tienen ningún inconveniente en aplicarlo en su versión más maximalista.Tanta es la presión que ejercen contra ellos y contra su entorno más cercano que los ataques de ansiedad o las depresiones son otras de las consecuencias por las que tienen que pasar. La sargento de la Guardia Civil María Serrano, por ejemplo, lleva tiempo de baja médica por esta razón, pero, de un modo u otro, casi todos se han visto en el trance de llevar un tratamiento psicológico o psiquiátrico.Sin embargo, el proceso del acoso tiene también un componente personal puesto que son muchas las familias que se rompen porque no pueden soportar la presión que se ejerce o las represalias económicas que sufren los denunciantes de corrupción.
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