El Congreso, al rechazar por unanimidad de todos los grupos menos el que presentaba la moción de censura, ha creado un cordón sanitario frente a la ultraderecha que puede abrir una vía de diálogo y entendimiento entre las dos Españas.
El Parlamento da un paso importante en la moción de censura, similar a lo que se hace en Europa, para aislar a Vox.
Mientras buena parte de la ciudadanía y varios grupos políticos entendían que los dos días de sesión en el Congreso por la moción de censura de Vox contra Pedro Sánchez eran una pérdida de tiempo y dinero, lo cierto es que ha dado también una oportunidad -al decidir Pablo Casado que su grupo votaría “no” a la propuesta de Vox- para el diálogo.
De hecho, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha sabido recoger el guante y en su última intervención en la sesión de ayer supo plantearle al líder de la oposicion, Pablo Casado, una alternativa para llegar a un acuerdo en la renovación del Consejo General del Poder Judicial y de otras instituciones como el Defensor del Pueblo.
Ahora la piedra está en el tejado de Pablo Casado. Si realmente ha roto con Vox para aislar a la ultraderecha, presentará un cambio de actitud.
Fuentes de Génova confirman a Diario16 que lo que estos dos días se han visto en el Parlamento marcan “un punto de inflexión” en la estrategia del PP, algo que muchos dirigentes venían reclamando.
De hecho, barones del PP como Alberto Nuñez Feijóo o el de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, comparten más la postura ante Vox de Pablo Casado de ayer dejando aislados a los de Abascal.