La periodista y fotógrafa Olatz Vázquez ha muerto del cáncer gástrico con metástasis abdominal que le fue diagnosticado hace un año, según informa La Sexta. La joven, de 27 años, fue víctima del colapso asistencial de la sanidad en España por culpa de la pandemia de coronavirus. A finales de abril de 2020 tenía una cita para una gastroscopia, pero al considerar que su situación no era urgente le retrasaron la prueba varios meses. Finalmente, le dieron el peor diagnóstico: tenía un cáncer gástrico con metástasis abdominal.
"Yo confiaba en los médicos y si me dicen durante un año y medio que no tengo nada grave, me lo creo", reconocía Olatz Vázquez a La Sexta.
En su último tuit, publicado el 19 de agosto, aseguraba que estaba pasando semanas "muy difíciles" con un "cúmulo de complicaciones" que le impedían remontar. "He perdido kilos, aspecto, independencia".
Para evitar que hubiera más casos como el suyo, la joven puso en marcha una campaña a través de las redes sociales con el objetivo de insistir en la importancia de que "un diagnóstico mejor es la mejor cura". "No quiero que le pase lo mismo a otra chica", denunciaba.
Durante el año previo a su diagnóstico, Olatz Vázquez peregrinó por Urgencias y especialistas que una vez tras otra le aseguraban que su situación no era grave, e incluso le dijeron que podía ser gastritis, celiaquía o "flojera extrema". Una situación que agravaba su "impotencia y rabia" mientras su cáncer avanzaba sin que nadie lo supiera.
Error del sistema
Cuando finalmente llegó el diagnóstico, la joven se sintió "perdida" y a lo largo de su primera sesión de quimioterapia no pudo estar acompañada. "La máquina, la sala, todo me resultaba extraño, me sentí muy abandonada. A mi madre le dijeron que no se podía quedar, empezamos a llorar y no tenía su apoyo psicológico durante la sesión", relataba.
Según ella misma reconocía, esa mala experiencia fue la muestra de "lo más duro y el reflejo más claro del COVID-19".
Con el paso de los días, Olatz Vázquez se armó de valor y contactó con la Asociación Española Contra el Cáncer, que le proporcionó apoyo psicológico online y le ofreció pelucas, turbantes e incluso asesoría jurídica.
Además, la joven también tuvo que rechazar las visitas de sus amigos a su casa. "Una de las cosas más duras es no poder dar abrazos y besos, tengo una burbuja social super estricta", lamentaba en abril de 2020.
En este sentido, Olatz no dudó en enviar un claro mensaje a todas aquellas personas irresponsables que se saltan las medidas contra el covid: "Les pediría que no sean tan egoístas, es muy goloso quedar con tus amigos y hacer fiestas. Estamos en una situación muy excepcional y afecta a toda la ciudadanía, especialmente a las personas inmunodeprimidas".
Durante su tratamiento, la joven también decidió poner en marcha un emotivo proyecto de fotografía para ayudar a concienciar y también a visibilizar el cáncer. "Mi vida siempre me ha inspirado mucho. No quería dejar de hacer fotos y a nivel terapéutico me viene muy bien reflejar este cambio brusco".