El juez de vigilancia de Valladolid concede el tercer grado a Iñaki Urdangarín. De momento no saldrá de prisión porque la sentencia no es firme, aseguran fuentes penitenciarias. Urdangarín recurrió la negativa al tercer grado que había propuesto la Junta de Tratamiento.
Así, el juez reproduce los mismos argumentos del auto en el que el pasado 13 de agosto se concedió al interno el régimen de flexibilidad del artículo 100.2 del reglamento Penitenciario y en este sentido vuelve a recordar el informe de la prisión de Ávila que explica el procedimiento que se sigue cuando ingresa un varón en el centro a pesar de ser de mujeres desde su apertura.
Según ese protocolo, tras unos trámites administrativos, son trasladados, por decisión de la Administración, al centro penitenciario de Segovia. En el caso de Urdangarin este traslado no se hizo por razones de seguridad, según se desprende de un informe del director general de Ejecución Penal y Reinserción Social. Este informe confirmaría el criterio que se ha recogido en anteriores resoluciones de este Juzgado de Vigilancia Penitenciaria y de la Audiencia de Ávila frente a lo resuelto por la Audiencia de Mallorca y la Fiscalía, que sostienen que permanecer en Ávila obedecía a la mera voluntad de Urdangarin y no a razones de seguridad.