El miedo a la Justicia podría haber abierto una guerra entre los bolichicos corruptos en España
25
de Julio
de
2019
Actualizado
el
02
de julio
de
2024
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Juan Carlos Márquez fue encontrado muerto el pasado lunes, precisamente el día en que iba a declarar en la Audiencia Nacional en relación con la presunta trama de blanqueo de capitales en la que estaría implicado el ex embajador en Venezuela Raúl Morodo. Márquez apareció ahorcado en una vivienda de Alcobendas (Madrid) y las primeras pruebas forenses apuntarían a un suicidio. Sin embargo, ¿se suicidó o le «han suicidado»? Esta es la pregunta.En primer lugar, fuentes consultadas por Diario16 afirman que «quienes le conocen aseguran que jamás lo hubiese hecho». «Casualmente», Juan Carlos Márquez había accedido a colaborar con la Justicia, en concreto, con el magistrado Santiago Pedraz y con la Fiscalía Anticorrupción, para desentrañar la presunta trama de contratos firmados entre PDVSA y las empresas del ex embajador de España en Venezuela, Raúl Morodo.En segundo lugar, las mismas fuentes nos confirman que Juan Carlos Márquez jamás fue directivo de PDVSA, sino que era un abogado de la petrolera y secretario de Junta Directiva. Perteneció al grupo formado por Baldo Sansó, Rafael Ramírez, sucesor de George Kaboul. Por tanto, también pudo estar muy cercano a Jorge Neri Bonilla, que actuaba como asesor tanto del ex presidente de PDVSA como de su cuñado, con quien viajó a Malasia para «hacer negocios», tal y como descubrió el periodista de investigación Alek Boyd. Además, Márquez estuvo ligado a Armando Giraud, ex mano derecha de Ramírez.Por otro lado, el fallecido participó en la creación de empresas off shore en diferentes países del mundo, incluidos Estados de la Unión Europea como Luxemburgo, que fueron utilizadas por los bolichicos para blanquear el dinero del desfalco al pueblo venezolano.Diario16 ya publicó cómo Nervis Villalobos, Diego Salazar u Omar Farías utilizaron empresas pantalla en diferentes paraísos fiscales para mover el dinero a través de la Banca Privada de Andorra. También hemos informado de cómo diferentes ciudadanos venezolanos asociados a Rafael Ramírez utilizan empresas en Luxemburgo para presuntamente blanquear el dinero a través de las millonarias pérdidas que les generan sus sociedades en España.El hecho de que un hombre como Juan Carlos Márquez, conocedor de toda la trama y de todas las rutas del dinero, accediera a colaborar con la Justicia española y que, sólo tres días después aparezca muerto en una vivienda, genera sospechas de que el miedo que ya existe entre los bolichicos que viven en España a las diferentes investigaciones abiertas por la Justicia, haya derivado en una guerra entre presuntos corruptos que no dudarán en hacer lo que haga falta para mantenerse alejados de los focos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y conservar las riquezas que expoliaron al pueblo venezolano.
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