El Santander gana y Duro Felguera será desguazada

En Diario16 ya lo advertimos: el objetivo del Santander, a través de Miguel Zorita, no era otro que el desguace de Duro Felguera para hacer negocio con las distintas divisiones de la epecista asturiana. A través del trabajo del equipo de investigación desplazado a Asturias, advertimos de cómo Miguel Zorita paralizaba cualquier entrada de capital o de inversiones al exigir la presidencia de la empresa a quienes se interesaban en entrar en una sociedad de la importancia de Duro en el sector de las EPC y en sectores estratégicos. Esta exigencia de Zorita lo que hacía era, precisamente, espantar a los posibles inversores porque nadie en su sano juicio dejaría en la presidencia de cualquier empresa a una persona con su currículum, porque el ejecutivo valenciano nunca iba a ser presidente (aunque él aspirara a ello) sino que era el instrumento utilizado por el Santander para asustar a los posibles inversores.El Santander ha ganado y quienes van a sufrir son los trabajadores de Duro Felguera. En principio el plan que tenía la compañía era hacer frente a la deuda con el pool bancario pasando por el cobro de las deudas que países como Venezuela, Argentina, India o Australia tienen con la epecista asturiana. Sin embargo, la presión ejercida, principalmente por el Santander y la estrategia calcada a la que han aplicado ya en Abengoa o en el Banco Popular, se ha impuesto.Se ha retrasado el cobro de la deuda con Australia, Venezuela, India o con Argentina hasta que la compañía estuviera presidida por las personas elegidas por el Santander, en este caso Acacio Rodríguez y en el Consejo entrara gente de su confianza, en concreto, José Manuel García Hermoso, con quien Rodríguez ya coincidió en la reconversión siderúrgica de los noventa que se llevó por delante decenas de miles de puestos de trabajo. Tanto Acacio Rodríguez como Francisco Javier García-Carranza Benjumea no conocen otro modo de hacer viables las empresas que despedir a trabajadores y, con esta reestructuración que se ha planteado en Duro, podrían quedarse en la calle más de 1.000 trabajadores. Lo mismo que está ocurriendo en el Popular, donde se calcula que se destruirán más de 7.000 puestos de trabajo, y lo que ocurrió en Abengoa, donde los despidos superaron los 20.000.El plan que se va a presentar es la venta de la sede de Madrid, tal y como informamos en Diario16, y de diferentes empresas de Duro Felguera, en concreto, las que pertenecen a la división de defensa y de control aéreo, medioambiental y marítimo (Núcleo Comunicaciones y Epicom), y la división de ferrocarriles (Felguera Raíl). Respecto a la primera tiene una importancia vital para que la operación planteada por el Santander tenga éxito puesto que esas empresas están catalogadas como estratégicas por organizaciones de defensa como la OTAN. Esta catalogación impide a la banca la aplicación de ciertas medidas restrictivas lo que, evidentemente, no beneficiaba en modo alguno al Santander.¿Cuánto dinero lograría Duro Felguera por aplicar esta estrategia de venta de activos? Se calcula, con la venta de las empresas estratégicas de defensa, una cifra superior a los 400 millones de euros, una cantidad que podría haberse tenido disponible de haber permitido que se cobraran las deudas, deudas que ahora cobrarán tanto el director financiero como Zorita, incluso aceptando pagos a la baja, lo que es un perjuicio para Duro Felguera.Todo el dinero que le deben a Duro se cobrará una vez aplicado el plan de desguace. ¿Qué va a ganar Zorita con todo esto, además del millón de euros que le ha sacado a Duro Felguera? Al igual que está haciendo en Daorje, comprará o se hará con la mayoría accionarial de alguna de estas filiales. Ya lo está haciendo con la compra de empresas de ingeniería y de tecnología en Francia y en Euskadi.Diario16 ya advirtió a los sindicatos, a los comités de empresa y al gobierno del Principado de que los puestos de trabajo de Duro Felguera estaban en serio peligro si la estrategia del Santander y de Zorita tenía éxito. Ahora se van a encontrar con más de mil despidos. ¿Quién se responsabilizará de ellos? La inacción suele ser causa de responsabilidad e, incluso, puede ser interpretado como un modo de complicidad.