La actualidad política, social y económica de Rumanía pende de un hilo. El actual gobierno, liderado por el Partido Socialdemócrata, pilotado por el primer ministro Alexandru Popescu, ha centrado sus esfuerzos en tratar de reformar la economía y la mejora de las condiciones sociales. Sin embargo, la corrupción y la falta de transparencia están suponiendo un hartazgo de la población, al tiempo que las tensiones generadas por el conflicto de Ucrania y Rusia ha hecho mucho daño a sectores primarios como el de la agricultura y el comercio.
La oposición política en Rumanía, compuesta por Alianza de Liberales y Demócratas y el Partido Nacional Liberal está consiguiendo suscitar cada vez más apoyos. Una oposición dura y crítica con el gobierno socialdemócrata, acusándole de ineficacia y corrupción que han conseguido sacar a las calles a miles de personas en manifestaciones masivas.
Entre los grupos opositores, la figura de Călin Georgescu, un actor político considerado en la extrema derecha, "pro ruso", y muy activo en las redes sociales.
Su irrupción en la política fue inesperada. En la primera vuelta de las elecciones presidenciales del pasado mes de noviembre obtuvo el 23% de los votos, siendo así el más votado. Pero la primera vuelta, así como el proceso electoral fue anulado por el Tribunal Constitucional, ante sospechas y acusaciones de interferencia rusa y financiación opaca.
Se anularon así los resultados de la primera vuelta, generando tensión y alianzas imposibles entre todos los demás partidos. Incluso, desde el SPD se negó llegar a un acuerdo con la extrema derecha. Pero finalmente, por el momento, han mantenido un acuerdo para gestionar la convocatoria de las próximas elecciones. La coalición gobernante está formada por los socialdemócratas, el Partido Nacional Liberal, el partido étnico húngaro UDMR y partidos minoritarios.
La situación actual es de tensión, con las calles llenas de manifestantes exigiendo transparencia y democracia, pues consideran que la injerencia externa, sobre todo de la UE (tal y como reconoció el excomisario Tierry Breton), está forzando la situación para no tener un gobierno afín a Putin.
Sin embargo, las encuestas siguen dando como favorito a Georgescu. El último sondeo realizado por Avangarde también señala que el partido de extrema derecha AUR ha alcanzado el primer puesto en las preferencias del electorado.
Está previsto que las elecciones se repitan y se celebren el 4 y el 18 de mayo.
En la encuesta se ha preguntado lo siguiente: por quién votarían en las elecciones presidenciales. En las respuestas, el 38% votaría por Călin Georgescu, el 25% por el candidato de la coalición gobernante Crin Antonescu, el 17% por el alcalde de Bucarest Nicușor Dan, el 6% por el líder de extrema derecha AUR George Simion a la par con Elena Lasconi, la líder del sindicato Salvemos Rumanía, y la líder del partido de extrema derecha SOS, Diana Șoșoacă con el 5%.
Se han explorado tres opciones para una segunda vuelta y Georgescu lleva la delantera en todas ellas.
Una parte de la encuesta se refiere a la decisión del Tribunal Constitucional de anular la primera vuelta de las elecciones presidenciales. El 48% de los encuestados considera que fue una decisión equivocada, el 42% que fue una decisión acertada y el 10% eligió la opción "no sabe/no contesta".