Robert Fico, primer ministro de Eslovaquia, ha amenazado a Ucrania con frenar la ayuda de emergencia que se está suministrando para abastecimiento eléctrico.
Una amenaza que, de hacerse efectiva, supondría una pérdida de ayuda que supone el 4% de los flujos de energía que Eslovaquia envía a Ucrania. Una distribución que, sin embargo, está garantizada en 30 minutos. En este sentido, es probablemente el único país que pueda dar esa cobertura a Ucrania.
El primer ministro ha amenazado en Bruselas a Ucrania, precisamente, con sufrir un apagón como el que tuvo Italia en el año 2003. Fue una respuesta a la negativa de Kiev de bombear gas ruso hacia el oeste, dejando a Bratislava sin los beneficios que obtiene por el tránsito.
Una amenaza en toda regla que ya está siendo estudiada en los distintos Estados miembro y desde Euractiv se plantea su dudosa legalidad, así como su credibilidad real.
"No está claro si Eslovaquia puede por sí sola negarse a proporcionar ayuda de emergencia a su colega Entso-E, Ucrania", explica Georg Zachmann, investigador principal del grupo de expertos Bruegel. Entso-E es un grupo de operadores de redes eléctricas europeas del que forman parte Eslovaquia y Ucrania. El protocolo y las normas de emergencia del grupo se han renovado desde entonces , en parte para evitar que se repita el apagón de 2003 en Italia.
"Las reglas prevén que las solicitudes de apoyo de emergencia deben ser atendidas a menos que pongan en peligro el propio sistema", afirma Zachmann.
Eslovaquia podría rechazar la ayuda de emergencia si no hay un acuerdo de reparto de costes, pero el país ha extendido un acuerdo de apoyo de emergencia con Ucrania hasta mediados de 2024. Kiev pagó 12 millones de euros por energía de emergencia en 2024, reconoció Fico.