Una investigación realizada por académicos de la Escuela de Negocios de Columbia de Nueva York ha concluído que la empresa de Silicon Valley había implementado una “discriminación de precios algorítmica” que había aumentado “las tarifas de los pasajeros y reducido los salarios de los conductores en miles de millones de… viajes, de manera sistemática, selectiva y opacada”, según publica hoy The Guardian.
Un estudio que confirma lo que los investigadores británicos ya habían denunciado hace unos días.
Académicos de la Universidad de Oxford, en conjunto con la organización sin ánimo de lucro de trabajadores independientes Worker Info Exchange (WIE), presentaron un informe que analiza una gran cantidad de datos relacionados con 1,5 millones de viajes proporcionados por 258 conductores de Uber del Reino Unido.
El estudio brindó una oportunidad única para estudiar el funcionamiento de la tecnología de Uber y presentó algunos hallazgos sorprendentes.
Descubrió que muchos conductores de Uber han ganado “sustancialmente menos” por hora desde que la aplicación introdujo un algoritmo de “precios dinámicos” en 2023, que dice ajustar los precios de los viajes en tiempo real en función de una serie de factores. Entre ellos, se incluyen el tiempo, la distancia, la cantidad de conductores disponibles en la zona, la demanda de pasajeros, el tráfico y el clima. El informe reveló que estas caídas en las ganancias coincidieron con una mayor participación de la compañía en las tarifas.
Ese primer estudio reveló más datos que sugieren que conductores de Uber tienen cada vez menos control sobre su vida laboral. Describieron que sus días estaban controlados por códigos informáticos cada vez más sofisticados, lo que les hacía dudar de cuánto cobraría Uber por sus trabajos discretos.
El WIE estima que los conductores de Uber del Reino Unido perdieron 1.600 millones de dólares en salarios como resultado del aumento de Uber en su participación en las tarifas durante los 12 meses hasta marzo de 2025. Uber afirmó que las cifras de tasa de aceptación y de ganancias perdidas en el Reino Unido son inexactas y que su tasa de aceptación se había mantenido "estable" en el 25%.
Un segundo estudio ahonda en el uso de algoritmos oopacos
Una segunda institución académica importante ha acusado a Uber de utilizar un código informático opaco para aumentar drásticamente sus ganancias a expensas de los conductores y pasajeros de la aplicación de transporte.
El documento de Columbia, que se centró en 24.532 viajes realizados por un solo conductor de Uber en Estados Unidos, concluyó que la introducción del nuevo algoritmo permitió a Uber "aumentar significativamente su tasa de aceptación (el porcentaje de las tarifas de los pasajeros netas del pago al conductor capturado por la empresa) de aproximadamente el 32 % al comienzo de la fijación de precios por adelantado a más del 42 % para fines de 2024".
Estos dos documentos se suman a la serie de controversias que han plagado a la empresa tecnológica a lo largo de los años. Entre ellas se incluyen un fallo de la Corte Suprema del Reino Unido de 2021 que establece que los conductores de Uber tienen derecho al salario mínimo y vacaciones pagadas, así como la publicación en 2022 de los archivos de Uber, una investigación global que reveló cómo la compañía engañó a la policía y a los reguladores, y presionó en secreto a gobiernos de todo el mundo.
Problemas de Uber en España
La llegada y expansión de Uber en España ha generado un conflicto persistente con el sector del taxi tradicional, que acusa a la plataforma de competencia desleal y de operar bajo una regulación menos estricta. Aunque cada vez más taxistas se integran en apps como Uber o Cabify, especialmente en Madrid, la mayoría del sector sigue recelosa, sobre todo por el uso de tarifas dinámicas, que pueden disparar los precios en momentos de alta demanda, algo que consideran desproporcionado y perjudicial para el usuario y la competencia.
Uber, junto con otras plataformas VTC, ha sido objeto de investigaciones por parte del Ministerio de Consumo debido a la subida de precios durante situaciones de emergencia, como apagones o catástrofes naturales. La normativa vigente prohíbe explícitamente el aumento de tarifas en estos contextos, y las empresas pueden enfrentarse a multas significativas si se demuestra que han aprovechado situaciones extremas para incrementar precios.
Actualmente, la regulación de los servicios de Uber y otras plataformas varía entre comunidades autónomas y municipios, lo que genera un mosaico normativo y tensiones recurrentes con los taxis. La Comisión Europea está revisando la posibilidad de armonizar las normas para estos servicios a nivel de la UE, buscando una regulación más clara y uniforme, aunque este proceso aún llevará tiempo.