Una nueva investigación realizada por el Observatorio Europeo de Sistemas de Políticas y Salud acaba de apuntar a la estrecha relación entre el estado de salud y el comportamiento político de la ciudadanía.
La mala salud reduce la participación, y además aumenta la probabilidad de votar a un partido populista de derecha radical, según su análisis.
"La mala salud es mala para la participación democrática", señaló Scott Greer, profesor de Gestión y Políticas de Salud, Salud Pública Global y Ciencias Políticas (por cortesía) en la Universidad de Michigan y asesor experto sénior en gobernanza de la salud del Observatorio Europeo de Sistemas y Políticas de Salud, preguntado por Euractiv sobre este informe.
"Cuando usted sufre un deterioro en su salud, después sufre un deterioro en la confianza en el sistema de atención de salud, que se extiende a otros elementos de la sociedad, incluido el político", apuntó.
Según la investigación, que puede leerse aquí, la mala salud reduce la participación política y aumenta considerablemente la probabilidad de votar por partidos populistas radicales de derecha locales.
El estudio también apunta que pasar de una salud autopercibida como "regular" a "mala" hace que aumenten las probabilidades de votar entre un 16 y un 20% a la derecha radical populista.
"El mecanismo es la mala salud, la mala atención médica u otra discriminación, la pérdida de confianza y, luego, una de estas dos cosas sucede en alguna combinación: uno se aleja de la política formal y vota a los extremistas", señaló el experto para la publicación europea.