El arrendamiento turco de la desgracia de los refugiados sirios no es más que una nueva muestra de la degradación de un proyecto europeo en el la libertad, la justicia , la igualdad y la dignidad de las instituciones se difuminan mientras el empuje de los populismos y la ultra derecha va configurando los nuevos pilares de la Europa del siglo XXI, esa donde la xenofobia y la insolidaridad se muestran como ingredientes de la receta de un nuevo nacionalismo emergente que arrincona a los partidos tradicionales de la derecha y la izquierda e obligandoles a transitar por el abismo de sus contradicciones .
Parece así que la historia como decía Marx cíclica en su concepción se repite y con ello el regreso de los los fantasmas del pasado del fascismo y del totalitarismo que encuentran como siempre el perfecto caldo de cultivo para su germinación en la necesidad humana, esa que hace que seamos capaces de dar lo mejor o lo peor de nosotros mismos. Tal vez sea ese el reiniciar de un sistema capitalista necesario cada cierto tiempo de llevar a cabo el borrón y cuenta nueva de su economía , aún cuando ello lleve aparejado el sufrimiento y la muerte de miles de personas.Vivimos así un tiempo de la vergüenza y del abofenamiento de unos líderes sin liderazgo y de una ciudadanía aun poco reactiva ante la desgracia ajena que se ve alejada de la cotidianidad del día a día , ese en el que cada cual parece pelear por la defensa de su supervivencia vital en el marco del hundimiento de un sistema económico capitalista incapaz de dar respuesta a los retos y desafíos del presente. Un sistema que como fallas y grietas de su propia estructura nos regala a modo de titular crisis humanitarias, desastres medioambientales o tensiones financieras en las bolsas de China o Wall Street.
En definitiva, tiempos de cambio que nos aproximan a la oscuridad a la oscuridad, esa que nace de aquellas democracias que dinamitan sus principios fundamentales y olvidan que los derechos humanos son la carta magna fundamental de convivencia entre quienes quieren configurar un proyecto plural , ese que hoy ha sido condenado al patíbulo a golpe de las plumas de fijo lacado fino repartidas en una cumbre que fijará en la historia el momento en que Europa certificó su muerte.