En medio de toda la polémica generada por el presuntoespionaje del móvil de Roger Torrent a través de una herramienta desarrolladaen Israel, fuentes del sector de la seguridad informática han informado aDiario16 que la web de la Guardia Civil está gestionada por una empresanorteamericana, Akimai Technologies, que tiene relaciones con Israel. Tanto esasí que una de sus delegaciones más importantes está en Tel Aviv.
Es cierto que el servidor real de la Guardia Civil se encuentra en España. Sin embargo, la gestión de cómo llega la información a ese servidor es lo que gestiona Akimai Technologies. Es decir, cuando una persona contacta con la web de la Guardia Civil, en realidad lo está haciendo con un espejo que filtra los posibles ataques informáticos pero deja pasar la información que el espejo determina que no es una amenaza. En el caso de la web de la Guardia Civil tiene tres espejos en Israel, Francia e Irlanda.
Tras realizar una consulta de geolocalización de páginas web e introducir la URL de la de la Guardia Civil, los resultados son los siguientes:

El problema de esto se encuentra en determinar quién filtra,selecciona, guarda y analiza la información, ya que, por ejemplo, un dato decarácter personal que se envíe desde Madrid, como una denuncia, seguiría unalínea España, Israel, Francia e Irlanda.
Por otro lado, Akimai ofrece cumplir con el ReglamentoGeneral de Protección de Datos (RGPD). Sin embargo, tal y como confirman aDiario16 fuentes ASPERTIC, la Guardia Civil, como cuerpo policial, tiene unanormativa más estricta: la Directiva Europea 2016/680 del Parlamento Europeo ydel Consejo, de 27 de abril de 2016, relativa a la protección de las personasfísicas en lo que respecta al tratamiento de datos personales por parte de lasautoridades competentes para fines de prevención, investigación, detección oenjuiciamiento de infracciones penales o de ejecución de sanciones penales, y ala libre circulación de dichos datos. Este hecho hace que a las autoridadeseuropeas no les siente bien que los datos personales de los ciudadanos pasenpor países ajenos a la UE.
Resulta inquietante, además, que los datos de las personasque, por ejemplo, interponen una denuncia puedan estar siendo analizados paísescomo Israel o Estados Unidos que tienen unos servicios de inteligencia concapacidad de gestionar y actuar en cualquier país del mundo.