Según informa hoy The Epoc Times, la administración Biden ha extendido las protecciones de responsabilidad para los fabricantes de vacunas contra el COVID-19, los proveedores de atención médica y otros hasta 2029. La decisión, que ha provocado un intenso debate sobre la responsabilidad por las lesiones provocadas por las vacunas y el futuro de la política de salud pública, garantiza inmunidad ante la mayoría de las demandas para quienes participan en el desarrollo y la distribución de las vacunas contra el COVID-19 y otras contramedidas médicas.
La prórroga de cinco años, firmada por el secretario de Salud y Servicios Humanos (HHS), Xavier Becerra, el 11 de diciembre, continúa con la política implementada por primera vez durante la pandemia bajo el mandato del entonces presidente Donald Trump. Es una de las protecciones de responsabilidad más largas en la historia de la Ley de Preparación Pública y Emergencias (PREP). Los defensores argumentan que las protecciones son esenciales para fomentar la innovación y mantener la preparación de la salud pública, pero los críticos sostienen que dejan a las personas afectadas por las vacunas sin recurso y podrían limitar la capacidad de futuras administraciones para promulgar cambios significativos en las políticas.
Si bien la emergencia de salud pública oficial por COVID-19 finalizó el 11 de mayo de 2023, la nueva declaración advierte sobre un “riesgo creíble de una futura emergencia de salud pública”.
Señala The Epoc Times que la Ley PREP, promulgada en 2005, otorga inmunidad de responsabilidad para alentar el rápido desarrollo y despliegue de contramedidas médicas durante emergencias de salud pública. Sin esta protección, los fabricantes y proveedores podrían dudar en producir o distribuir productos críticos, como vacunas o tratamientos, debido al temor a demandas judiciales por efectos secundarios imprevistos. La ley se invocó por primera vez para la COVID-19 en marzo de 2020, y abarca las vacunas, los tratamientos antivirales, las herramientas de diagnóstico y los equipos de protección.
Mientras Estados Unidos se prepara para posibles brotes futuros,esta última prórroga garantiza que las protecciones legales para los fabricantes y los proveedores de atención médica permanezcan intactas. Sin embargo, la decisión ha provocado nuevos llamamientos para reformar (o incluso derogar) la Ley PREP, y los críticos presionan para que haya mayor rendición de cuentas y apoyo para las personas perjudicadas por las contramedidas médicas.
Ampliación del alcance de la Ley PREP
Las modificaciones a la Ley PREP durante la pandemia ampliaron su alcance para incluir a los proveedores de telesalud y a los técnicos de farmacia, acelerando así la distribución de las vacunas en respuesta a las necesidades sanitarias urgentes.
Según la Asociación Estadounidense de Farmacéuticos, estos cambios mejoraron el acceso en las comunidades desatendidas, donde las farmacias locales suelen actuar como proveedores de atención sanitaria primaria. Casi el 90 por ciento de los estadounidenses vive a menos de cinco millas de una farmacia. Las enmiendas anteriores también apoyaron a los proveedores de atención sanitaria en entornos no tradicionales, lo que refleja las cambiantes demandas de las emergencias de salud pública.
“Las acciones necesarias que hoy ha tomado el HHS seguirán salvando vidas y reduciendo los costos de la atención médica, en particular en áreas rurales y marginadas donde la farmacia local puede ser el único proveedor de atención médica en kilómetros a la redonda”, dijo Michael D. Hogue, director ejecutivo de la Asociación Estadounidense de Farmacéuticos, en un comunicado de prensa .