Gijón se ha convertido en la primera ciudad que ha acabado con la obligatoriedad de las etiquetas establecidas por la Dirección General de Tráfico para la circulación de vehículos. Ya no hay veto para aquellos vehículos que no disponían de etiqueta, a los que no se permitía aparcar en las zonas ORA de estacionamiento regulado.
Ha sido una decisión política, después de que el anterior gobierno socialista impusiera en mayo de 2021 la Ordenanza Municipal que abría el camino para establecer la Zona de Bajas Emisiones en la ciudad (que se supone son obligatorias en los municipios de más de 50.000 habitantes). El primer paso que dio la socialista Ana González, fue establecer las etiquetas de la Dirección General de Tráfico para limitar la posibilidad de aparcamiento de aquellos vehículos que no las tuvieran. Una medida que se puso en marcha en abril de 2022 y que puso en pie a la ciudadanía. Estaba también previsto que, a partir de 2026 se limitase la posibilidad de circular por toda la ciudad a quien tuviera la etiqueta. Circular sin la etiqueta, ya fuera residente o visitante, podría suponer una multa de 90 euros.
Acabar con estas medidas era una de las promesas electorales de Foro Asturias, quien obtuvo el respaldo del PP y Vox para sacar de la Alcaldía al PSOE. Y el primer paso acaba de darse por parte del recién estrenado consistorio.
Cuando Martínez Almeida llegó a la alcaldía de Madrid, tomó una decisión similar sobre la limitación de circulación en el centro, establecida por el anterior gobierno de Manuela Carmena. En ese momento, la Comisión Europea intervino para que Martínez Almeida diera marcha atrás en su decisión, algo que podría suceder respecto a Gijón, aunque, de momento, no está sobre la mesa.
Desde el pasado 3 de julio la prohibición de estacionar sin etiqueta ha dejado de tener efecto. Todos los vehículos que estén al corriente de pago del Impuesto de Circulación y hayan pasado la ITV pueden circular y estacionar sin problema.