Suncine es elFestival Internacional de Cine Medioambiental más antiguo hasta la fecha. Una referencia en el trabajo audiovisual que, a través de documentales, de largometrajes y cortometrajes provenientes de todo el mundo, nos ofrece un espacio para el conocimiento, la reflexión y el análisis sobre los retos ambientales. Pero, además, nos da las claves para resolver algunos de los problemas que hoy nos estallan en las manos.
Son 31 las ediciones que este Suncine lleva en sus espaldas. Y como los buenos vinos, como lo mejor que nos da la naturaleza, el tiempo está generando un "poso" en este Festival Internacional de Cine Medioambiental que nos ofrece una visión con perspectiva, la que solamente da el trabajo constante y bien hecho.
Claudio Lauria es el culpable principal de todo esto. De haber removido conciencias a lo largo de generaciones (ya son tres), que, inagotable, hace frente contra viento y marea para mantener viva la cultura como herramienta necesaria para el cambio.
Lauria, un revolucionario que utiliza el amor por su trabajo como herramienta para cambiar para bien este mundo, ha visto pasar ante sus ojos catástrofes y logros. Un verdadero amante del cine, de la reflexión y del diálogo, que apuesta por presentarnos diferentes puntos de vista, soluciones, críticas de lo que nos empuja hacia una realidad que cada vez nos afecta de manera más directa: si no comprendemos cómo funciona nuestro planeta, estaremos abocados a sufrir los designios de la Naturaleza.
Este trabajo, a través de las distintas secciones que ofrece el documental, es el enorme logro de Lauria y de su equipo. A lo largo de los años, convencidos del valor de este festival, sabe que el tiempo le da la razón.
Hablamos, precisamente, en el momento en el que se inauguraba esta edición del festival. Recién sucedidos los terribles acontecimientos producidos por la DANA en Valencia. Un momento impactante que nos ayuda a reflexionar y a comprender los graves y enormes errores cometidos por la inacción, por la ignorancia, en muchos casos, de quienes deberían prestar más atención a lo que los trabajos presentados en Suncine nos ofrecen.
Para evitar que esto suceda en futuras generaciones, el Festival ofrece una sección imprescindible, que abre las puertas del cine sobre medio ambiente a las aulas de las escuelas. Una oportunidad, sin duda, que ahora es urgente abordar. Cómo llegar a los corazones y a las mentes de los más pequeños ayudará, sin duda, a crear una conciencia, y a tener acceso a las herramientas que deben ser puestas en marcha. Quién sabe si serán ellos, las futuras generaciones, los que sabrán reaccionar a tiempo.
De todo esto hablo con Claudio Lauria, en una interesantísima conversación que nos ofrece este trabajador incansable, el presidente de un Festival que nos abre sus puertas a través de la página web, de canales que emiten en abierto su contenido, y de una aplicación innovadora que llegó en pandemia para quedarse. No hay excusa para no asomarse a la enorme cantidad de trabajos imprescindibles, bellos, apasionantes y que cambiarán, sin duda, nuestra manera de mirar al Planeta que nos acoge.