La remodelación del antiguo Hospital Militar de Sevilla, actualmente rebautizado con polémica incluida como Hospital Doctor Muñoz Cariñanos, que el PP de Juan Manuel Moreno Bonilla ha enarbolado como enseña de su mandato en favor de la sanidad pública andaluza, se llevó a cabo a dedo con la excusa de la pandemia y por un montante total que superó en casi tres millones de euros los 15,6 millones estipulados en un contrato “por fases” durante 13 meses, contraviniendo todos los requisitos legales que justifican una adjudicación discrecional sin publicidad ni concurrencia, como le ha recriminado en un exhaustivo informe “desfavorable” la Intervención de la Junta de Andalucía, según la información adelantada por Daniel Cela en eldiario.es.
La remodelación del hospital sevillano que el presidente andaluz no tuvo el más mínimo sonrojo de inaugurar hasta en cuatro ocasiones en apenas tres años se llevó a cabo como obra de emergencia durante un largo periodo de tiempo de ejecución, más de un año, y además el ejecutivo de Moreno Bonilla lo llevó a cabo por fases, en el contrato más “incongruente” de todos los llevados a cabo durante el mandato del Partido Popular en Andalucía, según la propia Intervención de la Junta. De este modo, se contraviene la propia esencia de lo que significa un contrato “de emergencia” y, por ende, también los requisitos legales para justificar una adjudicación a dedo y sin concurrencia ni publicidad.
“La excepcionalidad creada en el año 2020 con la aparición de la pandemia, no era la misma en 2021, y no se justifica el empleo de este tipo de contratación”, recriminan los interventores al presidente andaluz
Las 138 páginas del demoledor informe de los auditores de la Junta se pueden resumir en este párrafo de reproche a la gestión de los fondos públicos por parte de la Administración de Moreno Bonilla durante la pandemia. “La excepcionalidad creada en el año 2020 con la aparición de la pandemia, no era la misma en 2021, y no se justifica el empleo de este tipo de contratación, cuya larga duración [13 meses] no puede estimarse como vinculada a resolver una necesidad perentoria e inmediata, que permita prescindir de los principios esenciales de la contratación pública, al haberse convertido la situación en algo más previsible y, por tanto, no acorde con la naturaleza de la contratación de emergencia”, subrayan los interventores.
Hasta una decena de artículos de la Ley de Contratos Públicos eludió el ejecutivo de Moreno Bonilla cuando adjudicó a dedo durante 13 meses la remodelación del citado hospital público sevillano cuando ya lo peor de la pandemia había pasado y no había motivos para utilizar este tipo de contratos de emergencia, como así lo ha recordado la propia Intervención del Servicio Andaluz de Salud (SAS).
La remodelación de este hospital sevillano, cuyas instalaciones se encontraban abandonadas desde hace una década, ha sido utilizado por el ejecutivo de Moreno Bonilla para afear la gestión anterior de la sanidad pública durante la etapa socialista y enarbolar su compromiso con el sistema público de salud, muy cuestionado por la oposición política tras el caos en la gestión de las listas de espera quirúrgicas y diagnósticas y también por la situación límite que vive la Atención Primaria.