La primera vez que me llamaron para escribir una columna de opinión en este periódico, me emocioné. Para cualquier española de mi edad, publicar en Diario16 era poco menos que entrar en un mito. Aquel artículo se publicó el pasado 27 de mayo, y poco podía imaginar que acabaría dirigiendo este medio. La columna se titulaba Devastan lo que creímos ser, y entre otras cosas, me preguntaba qué son las noticias que recibimos, de dónde vienen, y a qué construcción responden.Después vinieron más columnas, algunos artículos, y sobre todo, larguísimas conversaciones sobre qué es el periodismo. En todos esos encuentros, me podía el pudor de estar tratando con aquellos que trabajan en Diario16. ¿Quién soy yo?, me preguntaba.Llevo cerca de treinta años trabajando en esta profesión que adoro y a veces también detesto, y nunca como ahora me ha parecido tan difícil contar lo que sucede. Porque de eso y de ninguna otra cosa se trata: De contar lo que sucede. Lo puedes hacer en forma de noticia, reportaje, crónica, entrevista, columna, análisis, qué más da. Las cosas suceden, y el oficio del periodista consiste en contarlas. He insistido varias veces en este punto: No se debe ofrecer al lector lo que dicen que ocurre –los políticos, las empresas, los gabinetes de prensa, etcétera– sino lo que de verdad ocurre. No lo que interesa al periódico que pase, sino lo que de verdad pasa.Para eso resultan imprescindibles solo dos cosas: Trabajar en libertad y contar con un buen equipo.Puedo decir que eso es lo que he encontrado en Diario16: Una libertad, a la hora de mirar a la cara a la realidad y contarlo, que muy rara vez he vivido en otros medios de comunicación. Eso, y un equipo de profesionales dispuestos a dejarse la piel por estar a la altura de lo que esta cabecera significa. Y, en periodismo, esta cabecera significa honestidad, credibilidad e historia.Mi felicitación va dirigida a todas las personas que, en Diario16, hacen posible que el periodismo merezca la pena.Gracias.
I Aniversario: este periodismo vale la pena
31
de Enero
de
2018
Actualizado
el
02
de julio
de
2024
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La primera vez que me llamaron para escribir una columna de opinión en este periódico, me emocioné. Para cualquier española de mi edad, publicar en Diario16 era poco menos que entrar en un mito. Aquel artículo se publicó el pasado 27 de mayo, y poco podía imaginar que acabaría dirigiendo este medio. La columna se titulaba Devastan lo que creímos ser, y entre otras cosas, me preguntaba qué son las noticias que recibimos, de dónde vienen, y a qué construcción responden.Después vinieron más columnas, algunos artículos, y sobre todo, larguísimas conversaciones sobre qué es el periodismo. En todos esos encuentros, me podía el pudor de estar tratando con aquellos que trabajan en Diario16. ¿Quién soy yo?, me preguntaba.Llevo cerca de treinta años trabajando en esta profesión que adoro y a veces también detesto, y nunca como ahora me ha parecido tan difícil contar lo que sucede. Porque de eso y de ninguna otra cosa se trata: De contar lo que sucede. Lo puedes hacer en forma de noticia, reportaje, crónica, entrevista, columna, análisis, qué más da. Las cosas suceden, y el oficio del periodista consiste en contarlas. He insistido varias veces en este punto: No se debe ofrecer al lector lo que dicen que ocurre –los políticos, las empresas, los gabinetes de prensa, etcétera– sino lo que de verdad ocurre. No lo que interesa al periódico que pase, sino lo que de verdad pasa.Para eso resultan imprescindibles solo dos cosas: Trabajar en libertad y contar con un buen equipo.Puedo decir que eso es lo que he encontrado en Diario16: Una libertad, a la hora de mirar a la cara a la realidad y contarlo, que muy rara vez he vivido en otros medios de comunicación. Eso, y un equipo de profesionales dispuestos a dejarse la piel por estar a la altura de lo que esta cabecera significa. Y, en periodismo, esta cabecera significa honestidad, credibilidad e historia.Mi felicitación va dirigida a todas las personas que, en Diario16, hacen posible que el periodismo merezca la pena.Gracias.
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