Un nuevo estudio realizado a nivel europeo e impulsado por la compañía Epson, revela que el 75% de los docentes y el 74% de las familias españolas quieren que se recuperen los materiales impresos, como los libros de texto y las fichas de trabajo, después de haber comprobado cómo está resultando la experiencia con el uso de "pantallas".
Como señala la información publicada, después de años de grandes inversiones en tecnología educativa, especialmente en ordenadores portátiles para estudiantes de toda Europa occidental, en la actualidad, los equipos docentes comienzan a mostrar su preocupación: el 49% cree que los ordenadores portátiles y las tablets provocan efectos perjudiciales para el aprendizaje.
La gran mayoría de familias y docentes en España, el 88% según el estudio, consideran que son los libros y las fichas impresas las que mejor pueden servir para el desarrollo educativo de sus alumnos e hijos.
Las cifras vienen a respaldar lo que ya se estaba evidenciando en las auas, donde los alumnos aprenden mejor con material impreso, que a través de una pantalla.
Son ya varios los gobiernos a nivel europeo los que han comenzado a tomar medidas.
En febrero de 2024, Lotta Edholm, ministra de educación de Suecia, señaló que "se obtienen las mejores condiciones para desarrollar las habilidades básicas de lectura y escritura en entornos analógicos, utilizando herramientas analógicas". Al mismo tiempo, la ministra anunciaba una inversión en libros de texto de unos 44 millones de euros anuales, a partir de 2024.
Los docentes hablan
Más de la mitad de los docentes encuestados, el 54% afirma que ha observado una disminución en las habilidades de lectura. El 41% confirma una reducción de la capacidad de retener conocimientos. El 20% señala una reducción en la participación en el aula. El 28% indica que han visto una correlación con la reducción de la atención en clase.
El 69% de los docentes encuestados subrayan que los libros de texto tradicionales y las hojas de trabajo impresas mejoran las habilidades de la lectura. El 52% del profesorado y el 42% de las familias observan una mayor retención de conocimientos con materiales impresos.
El 46% de los docentes y el 43% de las familias asegura que estos materiales se adaptan mejor a los distintos estilos de aprendizaje.
El 45% de los docentes españoles estaría de acuerdo en que las consejerías y agentes políticos preguntasen si la introducción de ordenadores y tablets en el aula ha sido una buena opción. El 73% afirma que no están lo suficientemente cerca de la realidad de la enseñanza como para hacer las mejores recomendaciones.
El 62% de las familias coincide en que utilizar ordenadores portátiles o tablets en las escuelas les dificulta la gestión del tiempo de pantalla en casa, sobre todo cuando los deberes se deben realizar online.
En España más de la mitad de las familias (51%) y docentes (63%) desean ver un uso más equilibrado de la tecnología en los centros educativos, donde se utilicen únicamente para mejorar algunos aspectos de la enseñanza y el aprendizaje, y no porque sí. Esto requiere un enfoque híbrido del aprendizaje, en el que se utilicen conjuntamente recursos digitales y en papel.
Karl Angove, vicepresidente de Epson Europe y director general de Epson Ibérica, afirma: “Nuestra investigación muestra que tanto familias como docentes desean un mayor equilibrio en el uso y una mayor presencia de los materiales en papel en las aulas. Puede parecer una afirmación interesada por parte de un fabricante de impresoras, pero los resultados hablan por sí solos. La mayoría cree que los materiales de aprendizaje, como los libros de texto y las fichas de trabajo, mejoran las habilidades de lectura. La tecnología ocupa un lugar muy importante, y es esencial que formemos a los futuros equipos de trabajo con conocimientos digitales, pero debe gestionarse con cuidado para garantizar que la tecnología sirva de apoyo y no suponga una distracción ni mucho menos una causa de reducción del rendimiento”.
“En este sentido, resulta importante que los agentes políticos en materia de educación tengan en cuenta estos puntos de vista, que se alinean con las investigaciones académicas que demuestran que nuestros estudiantes aprenden mejor con materiales impresos que con pantallas. Del mismo modo, los proveedores de tecnología deben analizar los datos disponibles y dotar a los centros educativos de las herramientas necesarias para facilitar el aprendizaje”
La Doctora en Educación y Psicología, autora de "Educar en el Asombro y Educar en la realidad" se ha hecho eco de este estudio en sus redes sociales.