Instagram ha facilitado el contacto entre pedófilos, así como la compra de material de pornografía infantil, según sugiere la investigación publicada en exclusiva por el Wall Street Journal y realizada en colaboración entre la Universidad de Stanford y la Universidad de Massachusetts.
Este estudio ha descubierto que Instagram guiaba a quienes tenían interés en la pornografía infantil y en los vendedores de este material. Algunas de las cuentas de Instagram facilitaban el acceso a encuentros con niños para fines sexuales a cambio de dinero.
Meta, la empresa propietaria de Instagram, ha reaccionado informando de la creación de un grupo de trabajo interno para abordar este gran problema, al tiempo que reconocía la existencia de una gran falla de seguridad.
La compañía no había tomado medidas hasta ahora, a pesar de existir publicaciones que explícitamente señalaban palabras y conceptos claros como reclamo.
Un problema que, según el informe, no existiría en otras redes sociales.
En el año 2022, Meta era el objeto del 85% de los 31,9 millones de informes sobre pornografía infantil que fueron registrados por el Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados sexualmente.