En el norte de Gaza, «el olor a muerte está en todas partes mientras los cuerpos quedan tendidos en las carreteras o bajo los escombros. Las misiones para retirar los cadáveres o proporcionar ayuda humanitaria son denegadas», ha denunciado el comisionado general de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA).
«La gente sólo espera morir. Se sienten abandonados, desesperados y solos. Viven de hora a otra, temiendo la muerte a cada segundo», ha añadido Philippe Lazzarini, quien denunció que.algunos miembros del personal de UNRWA han permanecido en el norte y «han hecho lo imposible» para apoyar a los desplazados internos. Algunos refugios de la UNRWA han estado abiertos a pesar de los intensos bombardeos y ataques contra los edificios de la agencia.
Tregua humanitaria
«En nombre de nuestro personal en el norte de Gaza, pido una tregua inmediata, aunque sea por unas horas, para permitir el paso humanitario seguro de las familias que desean abandonar la zona y llegar a lugares más seguros», dijo.
«Esto es lo mínimo para salvar las vidas de civiles que no tienen nada que ver con este conflicto», agregó.
La ONU y sus socios calculan que más de 60.000 personas se han desplazado desde la gobernación del norte de Gaza hasta la ciudad de Gaza.
Dentro del norte de Gaza, unas 4000 personas han huido de Jabalia a Beit Hanoun y Beit Lahia, y otras se han desplazado dentro de la propia Gaza.
Atrapados bajo los escombros
La Oficina de Coordinación de la Ayuda Humanitaria de la ONU (OCHA) informa de que desde hace cinco días hay personas atrapadas bajo los escombros en la zona de Falouja, en Jabalia.
«Las autoridades israelíes nos han denegado repetidamente nuestra petición urgente de ir a ayudarles», declaró Gloria Lazic, de la OCHA, que se encuentra en Gaza.
Según los informes, más de 40 personas de tres familias están atrapadas «y no sabemos si finalmente conseguimos esta aprobación cuántos seguirán vivos», dijo, subrayando que «cada minuto cuenta».
Aumentar la ayuda y mejorar la seguridad
Mientras tanto, el enviado de la ONU para Oriente Medio, Tor Wennesland, estuvo el pasado martes en Gaza, donde pudo comprobar de primera mano la destrucción continua y el profundo sufrimiento de la población.
Wennesland se reunió con personal de la ONU y organizaciones no gubernamentales (ONG) que le informaron de la alarmante situación humanitaria y de seguridad en todo el enclave, especialmente en el norte.
Afirmó que los retos a los que se enfrenta la población de Gaza, incluidas las graves violaciones del derecho internacional humanitario, son enormes, y destacó la urgente necesidad de alimentos, suministros médicos y protección.
«Se necesita urgentemente un aumento significativo de la entrada de ayuda humanitaria y una mejora de la seguridad», afirmó.
El enviado repitió el llamamiento reiterado del secretario general de la ONU a un alto el fuego inmediato y a la liberación incondicional de todos los rehenes en poder de Hamás.
«Hago un llamamiento a todas las partes implicadas para que persigan urgentemente estos objetivos», afirmó. «Gaza es parte integrante de Palestina. En última instancia, la solución para Gaza es política.»
Situación sanitaria
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) también se sumó a la petición de alto el fuego.
Tedros Adhanom Ghebreyesus describió la situación sanitaria en el norte como «horrible», con un acceso precario a la atención esencial.
Dijo que la OMS y sus socios trasladaron a 14 pacientes críticos y 11 acompañantes desde el hospital Kamal Adwan hacia el sur, al hospital Al-Shifa, como parte de una misión de dos días.
Los traslados se llevaron a cabo en medio de hostilidades y restricciones de acceso. Como consecuencia, el equipo se vio obligado a pasar la noche en Kamal Adwan debido a los intensos combates.
Retrasos y negativas
«Este fue el cuarto intento de llegar a Kamal Adwan», dijo Tedros. «A pesar de un acuerdo inicial, la entrega de suministros médicos críticos, sangre y combustible, que son esenciales para mantener operativo el hospital de Kamal Adwan, fueron denegados pocas horas antes de la partida de la misión.»
Tedros informó de que la asistencia sanitaria sigue siendo objeto de ataques y los hospitales carecen de suministros y combustible. Al mismo tiempo, los constantes retrasos y denegaciones de las misiones comprometen gravemente la capacidad de la OMS para llegar con regularidad a los centros sanitarios.
«Instamos a un acceso humanitario sostenido y seguro», dijo, pidiendo un alto el fuego ya.