El Ejército de Israel ha lanzado hoy panfletos y folletos sobre la ciudad de Gaza en los que se reclama a los habitantes que evacúen el lugar. Estos hechos se producen en medio de una intensificación de la ofensiva israelí contra varios barrios de la localidad.
Los panfletos indican que los civiles tendrán que dirigirse a Deir al Balá, en el centro de la Franja. Además, se dan instrucciones sobre rutas seguras de evacuación. Todo esto se produce en medio de innumerables denuncias contra Israel por desplazamiento forzoso de población.
Según ha informado el diario The Times of Israel, los folletos señalan con claridad que «Gaza se convertirá en una zona de combate peligrosa». Esto indica que Israel está preparando una nueva masacre.
El Ejército israelí se cree impune y, por esta razón ha destacado, en un comunicado publicado en su página web, que ha ejecutado una nueva incursión en una sede de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) en la ciudad de Gaza «tras abrir un paso para la salida ordenada de civiles de la zona».
Según ha recogido el diario Haaretz, Yoav Gallant, ministro de Defensa israelí, ha defendido la decisión de reconectar a la red eléctrica israelí una planta desalinizadora en Gaza y ha explicado que «la legitimidad internacional que reclama que haya condiciones humanitarias es una condición básica para permitir las operaciones del Ejército». El comentario define perfectamente al personaje y al país al que representa, es decir, que no tienen pudor en comparar a quienes denuncian crímenes contra la humanidad con las necesidades del Ejército que los está perpetrando.