No pudo ser. El entrar en prisión y dar la cara no le ha rentado políticamente a Oriol Junqueras. Probablemente, a pesar del triunfo independentista, esté viviendo el Vicepresident destituido una de las noches más amargas.El líder de ERC ha sido coherente, ha dado la cara y ha ingresado en prisión asumiendo su reto soberanista al Estado. Justo lo contrario que hizo Carles Puigdemont, quien sin embargo le lleva dos escaños de ventaja a Esquerra.El único consuelo que le queda a Junqueras es el triunfo de los independentistas en estas elecciones tan amargas.Las elecciones al Parlament de Cataluña de este 21 de diciembre fueron convocadas el pasado 27 de octubre por el Presidente del Gobierno Mariano Rajoy. En aquel momento Junqueras era el hombre fuerte del Parlament y uno de los que animó a Puigdemont a no aceptar las exigencias del bloque del 155. Hoy, Junqueras pierde liderazgo y votos en unos comicios en los que las encuestas le dieron durante las primeras semanas como ganador.
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