En pleno clima de incertidumbre por la guerra entre Rusia y Ucrania, el Kremlin ha desmentido de manera rotunda los rumores sobre un inminente encuentro a tres bandas entre Vladímir Putin, Donald Trump y Volodímir Zelenski, tal como habían sugerido algunos medios y fuentes internacionales.
Moscú señala que, si bien existen contactos para una reunión entre Putin y Trump en los próximos días, la participación del presidente ucraniano está lejos de confirmarse y las condiciones para ello aún no se han dado.
Desde la Casa Blanca, se ha insistido en que ningún encuentro bilateral entre Trump y Putin tendrá lugar hasta que el presidente ruso acepte primero reunirse con Zelenski, algo que Moscú rechaza por ahora.
El asesor presidencial ruso, Yuri Ushakov, confirmó que está en marcha la preparación de una cumbre Putin-Trump, pero dejó claro que las conversaciones directas con Ucrania no son inminentes. “No me niego en principio, pero estamos muy lejos de que se den las condiciones necesarias para una reunión con Zelenski”, declaró Putin, reafirmando su postura habitual de endurecimiento.
La situación en el frente tampoco invita al optimismo. Durante las últimas semanas, las fuerzas rusas han intensificado su ofensiva en regiones clave del este ucraniano, y Ucrania denuncia nuevos bombardeos sobre infraestructuras civiles en ciudades como Kiev. Mientras tanto, Trump ha fijado a Rusia una nueva fecha límite para alcanzar un acuerdo de alto el fuego, advirtiendo con duras sanciones económicas si Moscú no cede. Incluso ha destacado, en conversaciones con líderes europeos, su intención de buscar una solución “muy pronto”, pero evitando calificar el posible encuentro como un “gran avance”.
La reacción ucraniana tampoco se ha hecho esperar. Zelenski reiteró en la red X que Kiev “no teme a las reuniones” y reclama una solución que incluya de forma “valiente” a todas las partes implicadas, subrayando que Europa debe formar parte del proceso y no limitar las negociaciones a un formato exclusivamente ruso-estadounidense.