Anoche el presidente Emmanuel Macron dio un discurso televisado ante la población francesa, que se extendió a nivel mundial. Unas palabras que sorprendieron en general a la audiencia, por la contundencia de su contenido y por el mensaje de alerta mediante el cual se situaba no solo a Francia, sino a la Unión Europea ante la amenaza que, según él, supone Rusia. Y por esta razón, era necesario aumentar la inversión de fondos públicos en Defensa. Un discurso que ha sido respaldado otros líderes europeos, que han visto en este argumentario la salida para justificar el destino de miles de millones de euros de los contribuyentes.
Desde el Kremlin, su portavoz, Dmitry Peskov, ha señalado este discurso de "altamente agresivo". El portavoz ha considerado que el de Macron no ha sido un mensaje de paz: "Parece que Francia está pensando en una guerra, en una continuación de la guerra". Una postura que, según Peskov, ha ignorado selectivamente hechos y circunstancias cruciales que han contribuido a la situación actual de Ucrania.
Entre ellos, señala Peskov que "la infraestructura militar de la OTAN está invadiendo, o más bien avanzando a pasos agigantados" hacia las fronteras de Rusia, lo que genera importantes preocupaciones de seguridad para Moscú. Y según el portavoz, Rusia no tenía más alternativa que responder.
También ha refutado Peskov las afirmaciones de Macron que señalaban que Rusia violó los acuerdos de Minks, citando el reconocimiento del expresidente francés Hollande, quien reconoció que fue Occidente quien nunca tuvo realmente intención de que prosperasen.
Peskov también ha comentado que en 2014 Francia y otras naciones europeas "engañaron" al entonces presidente de Ucrania, Yanukovich, al respaldar su acuerdo de reparto del poder con militantes respaldados por Occidente, quienes violaron el acuerdo en cuestión de horas y destituyeron por la fuerza al elegido democráticamente. Sin "ninguna protesta por parte de Paris", ha subrayado.
María Zakharova, portavoz del ministerio de asuntos exteriores, también ha hecho comentarios al respecto. Concretamente, ha condenado los comentarios de Macron como "agresivos y destructivos" y señaló que el expresidente francés, Hollande y la excanciller alemana Merkel, "confesaron abiertamente, y no bajo tortura ni presión" en 2022 que nunca tuvieron la intención de hacer cumplir los acuerdos.
“Macron debería invitar a su predecesor, Hollande, al Palacio del Elíseo para tener una conversación sincera con él… Entonces probablemente escuchará de boca de Hollande… que no tenía intención de implementar los acuerdos de Minsk mientras representaba a Francia”, afirmó Zakharova, sugiriendo que después de hablar con Hollande, Macron “tendría que disculparse con su propia población por engañarlos”.