El pasado 10 de abril, desde la página web de la Agencia Estatal de Metereología, se publicaba un artículo titulado "Algunas consideraciones sobre la modificación artificial del tiempo". Un artículo del que la propia AEMET se hacía eco a través de sus redes sociales.
Llama la atención porque el artículo, que está firmado por varias personas responsables dentro de la AEMET, deja claro que en España se producen modificaciones artificiales del clima. Pero no da detalles específicos sobre los proyectos concretos, cómo, cuándo, dónde. Se confirma que se utilizan distintos productos químicos para alterar el clima (se indica que, o bien es para evitar granizo o para facilitar lluvia, supuestamente). Se señala que los materiales empleados se utilizan en mínimas cantidades y que no son nocivos para la salud ni el medio ambiente. Y que la legislación vigente, no permitiría utilizar productos que pudieran tener efectos adversos para nuestra salud.
Un texto que sorprende después de que se niegue constantemente que el clima se esté modificando, o que las estelas que se ven de manera continua en el cielo puedan tener que ver con ello. Un texto que confirma, sin aportar tampoco datos específicos, lo que muchos "conspiranoicos" estaban denunciando: se está modificando el clima de manera artificial.
El texto se divide en epígrafes que abordan, por ejemplo, las incertidumbres y dificultades asociadas a la modificación artificial del tiempo; las aplicaciones más habituales de la modificación artificial del tiempo (lucha contra el granizo, incremento artificial de la precipitación); el repaso de algunas otras técnicas de modificación artificial del tiempo; los posibles efectos secundarios de la siembra de nubes (efectos en la precipitación de regiones vecinas, efectos ambientales de las partículas utilizadas).
Decenas de países que ponen en marcha programas de modificación del tiempo
El texto confirma lo que se viene denunciando, sin respuesta en muchas ocasiones, que se está modificando el clima: "A lo largo del mundo son ya decenas de países los que dedican recursos a la investigación y puesta en marcha de programas de modificación artificial del tiempo. En esta entada del blog nos vamos a centrar en aquellos métodos que tienen que ver con la modificación artificial del tiempo de cara a la atenuación o intensificación de la precipitación. Aunque este tipo de actuaciones podrían tener grandes beneficios, la hora de afrontar estos retos los científicos se enfrentan con grandes desafíos y en la mayoría de las ocasiones los resultados son muy inciertos y modestos."
Siembra de nubes
Se explica también en el texto que "La siembra de nubes consiste fundamentalmente en un mecanismo por el cual más partículas formadoras de hidrometeoros (núcleos de condensación de nubes, o partículas de nucleación de hielo) se agregan a la nube. Cualquier partícula de siembra agregada en la fase de formación de nubes seguirá naturalmente las mismas leyes que las partículas de aerosol presentes de forma natural. Su activación dependerá de la sobresaturación, así como de su tamaño y composición química. Dependiendo de su tamaño y composición con respecto a las partículas de aerosol de fondo, puede actuar en un sentido u otro, de forma que pueda influir en el número y tamaño resultante de los hidrometeoros presentes en la nube." (...) "Es necesario, por ello, que los programas de siembra de nubes cuenten con una gran investigación detrás focalizada en cada territorio, ya que los resultados y las técnicas pueden ser muy diferentes en cada caso. En el caso de nuestro país que, a pesar de su tamaño relativamente reducido, se comporta como un minicontinente, las dificultades se acrecientan. A caballo entre dos mares y dos continentes muy diferentes, España cuenta con una gran variedad de climas y tipos de tiempo, así como con una compleja orografía que interactúa con ellos."
El texto nos explica los "beneficios" de la modificación artificial del tiempo, como la lucha contra el granizo, el incremento artificial de la precipitación ("las nubes orográficas están tradicionalmente consideradas como uno de los sistemas más más favorables para el empleo de técnicas de modificación artificial del tiempo", "Las nubes convectivas de fase mixta se siembran con partículas higroscópicas o glaciogénicas para desencadenar precipitación liquida. La impredecibilidad del comportamiento de una nube de este tipo hace difícil valorar los resultados").
Se apunta a técnicas de modificación del tiempo como "técnicas basadas en la siembra de núcleos higroscópicos o glaciogénicos, uso de cohetes explosivos, cañones sónicos, ionización, láser, campos eléctricos, nuevos materiales de siembra sintetizados sobre la base de nanotecnologías que absorben con éxito más vapor de agua que otras sustancias y con capacidad de formar gotas de agua más grandes".
Los posibles efectos secundarios de la siembra de nubes
Señala el artículo en primer lugar sobre los "efectos en la precipitación de regiones vecinas" que "se considera que este tipo de técnicas no influye en las precipitaciones de áreas vecinas". Pero tampoco se confirma, puesto que también señalan: "Recientemente se ha puesto de actualidad como China podría planear la siembra de nubes a gran escala para luchar contra la sequía que periódicamente afecta a algunas de sus regiones. En este caso, no se descarta que exista la posibilidad de ciertas alteraciones en el régimen de lluvias de regiones vecinas, pero carecemos de datos o estudios que justifiquen esta hipótesis."
Sobre los efectos ambientales de las partículas utilizadas, se señala en el artículo: "las partículas utilizadas son la base de los programas que se desarrollan y aprueban en decenas de países, algunos de ellos entre los más avanzados del mundo. Se trata de compuestos como el ioduro de plata, el compuesto más utilizado, el cloruro sódico o el hielo seco, cuyo, uso no muy frecuente y en las bajas concentraciones utilizadas, se considera inocuo para el medio ambiente. Como ya se ha señalado, también se está investigando el uso de otro tipo de partículas basadas en técnicas de nanotecnología, cuya aprobación y uso en los países avanzados requerirá unos filtros y autorizaciones administrativas antes de su aprobación." "En España está en vigor el Real Decreto 849/1986 por el que se aprueba el Reglamento de Dominio Público Hidráulico. Este Real Decreto desarrolla algunos títulos de la Ley de Aguas. De acuerdo a esta normativa, en los proyectos de modificación artificial del tiempo sobre los que se pide autorización administrativa, se deben indicar los productos o métodos autorizados para este fin. Por lo tanto, caso de considerarse que se podrían producir efectos secundarios, más allá de los efectos positivos objeto de la actuación, el proyecto no sería autorizado."
Las conclusiones de este artículo, señalan que "Muchas de las técnicas utilizadas en la modificación artificial del tiempo tienen una base en un conocimiento científico asentado, impulsado los grandes avances realizados en el conocimiento de las nubes, la mejora de los sistemas de observación y los avances en la modelización numérica de su funcionamiento, pero todavía quedan muchas incertidumbres. Además, los resultados son difíciles de evaluar, ya que las situaciones meteorológicas tienen gran variabilidad por factores difíciles de analizar. Es por ello que los logros obtenidos, muchas veces discretos, son complejos de analizar estadísticamente y valorar si son significativos."
"La intensificación artificial de la precipitación y la supresión de granizo, mediante diversas técnicas, son los procedimientos de modificación artificial del tiempo más utilizados. Para conseguir los objetivos propuestos se recurre a la siembra de nubes con compuestos como el ioduro de plata, el compuesto más utilizado, el cloruro sódico o incluso el hielo seco. Se considera que, en las bajas concentraciones utilizadas de los productos anteriores y en las limitadas escalas espaciales y temporales de actuación, dicha siembra es una actuación inocua para el medio ambiente."