La Asociación de Trabajadores Esenciales Afectados por AstraZeneca comparece en la comisión parlamentaria sobre las vacunas covid con un contundente discurso

01 de Marzo de 2022
Actualizado el 02 de julio de 2024
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En la sesión que tuvo lugar ayer de la Comisión de investigación sobre las vacunas contra la covid en el Congreso de los Diputados tuvo lugar la comparecencia de Pedro García García, uno de los miembros de la Asociación de Trabajadores Esenciales Afectados por AstraZeneca.

En su intervención, que puede verse íntegra en el video que se adjunta al final de esta pieza, Pedro García (profesor de física y química) compareció comenzando su intervención subrayando que no son antivacunas.

"No somos antivacunas. Prueba de ello es que todos los miembros de nuestra asociación hemos sido vacunados". Así comienza la intervención por parte de esta asociación de personas que ha sufrido daños graves a causa de la administración de la vacuna contra la covid, AstraZeneca.

"No somos antivacunas pero consideramos que hay un porcentaje mínimo de las vacunas que tienen o han tenido graves efectos secundarios. Nosotros somos víctimas de estos graves efectos secundarios y queremos que el Estado reconozca esta evidencia, que nos reconozca. Porque negar nuestra existencia es faltar a la verdad y una injusticia."

A continuación, Pedro García explica cuál ha sido su experiencia: "para ello debemos ponernos en el contexto de la compleja trágica realidad sanitaria y social que hemos vivido con la pandemia. Y en una situación de shock en la que el Gobierno, el Parlamento y los medios de comunicacióny todos los poderes del Estado nos alentaban a vacunarnos para intentar poner fin a la pandemia y normalizar nuestras vidas. La Administración nos declaró trabajadores esenciales y se priorizó nuestra vacunación asignándonos a nuestro colectivo la vacuna AstraZeneca. Y por este motivo fuimos de los primeros en vacunarnos. No en vano, dentro de la estrategia de vacunación en el apartado "priorización de la vacunación", se describía así la importancia de la vacunación de docentes como yo: "es fundamental para garantizar el derecho fundamental a la educación, la cual no puede alcanzarse si no hay posibilidad de convivir en el entorno escolar, por lo que la formación on line o similar, resulta insuficiente. Asimismo también pueden tener un papel ejemplificador para el alumnado o sus familias."

Nuestra vacunación, no sólo era esencial para garantizar un derecho fundamental, sino que era ejemplificante para la sociedad. Según el Gobierno, era mi deber como profesor y como ciudadano. Ciertamente, también como ciudadano quise informarme sobre los efectos secundarios de una vacuna que todos los poderes decían que era 100% segura, a finales de febrero de 2021. Según pude contrastar, en la estrategia de vacunación contra el covid de España, actualizada el 9 de febrero de 2021, el perfil de seguridad de AstraZeneca es: "similar al de otras utilizadas en la población. Su administración puede ocasionar molestias y dolor en el lugar de la inyección. Cansancio, mialgias, malestar, fiebre, escalofríos y nauseas. La mayoría de estas reacciones son leves o moderadas y se resuelven en pocos días." Evaluando estos efectos secundarios decidí que era un riesgo personal mínimo muy asumible para el bien común que se perseguía. Porque sí, evalué los efectos secundarios al ponerme la vacuna, entre otras cosas porque había tenido serios problemas de salud en los últimos tiempos y me daba cierto reparo ser de los primeros en ponerme la vacuna. Sinceramente: si se hubieran descrito unos efectos secundarios graves no sé qué hubiera hecho. Pero a la luz de los efectos secundarios que se describían entonces, decidí vacunarme.

Días más tarde ingresaba en el hospital: siéndome detectados un trombo pulmonar, un trombo abdominal y una trombocitopenia, con bajada de plaquetas. De una supuestas reacciones leves o moderadas, que se resolverían en unos días había pasado a la UCI de un hospital. Debatiéndome entre la vida y la muerte, pensando en mi mujer, en mis hijos, en mi familia, mis amigos, mi música. En que todo podía acabarse. Señorías, no intento dar pena ni dramatizar, pero creo que es importante que comprendan cómo nos hemos sentido para que puedan evaluar nuestra situación en toda su dimensión.

Un año más tarde de haberme vacunado todavía sigo de baja y desconozco las secuelas que voy a tener a futuro. Pasé un mes en el hospital, me hicieron todo tipo de pruebas para determinar cuál era el origen de los trombos. Se descartó todo tipo de posibilides, de manera que toda evidencia causal señalaba a la vacuna. Pero sin embargo no tengo ningún informe médico que así lo certifique. Los miembros de nuestra asociación reclamamos que se nos reconozca que los graves problemas de salud que hemos padecido y seguimos padeciendo son por culpa de la vacuna que nos administraron.

Una vacuna que pocas semanas después evidenció efectos secundarios mucho más graves que las reacciones leves o moderadas descritas en el momento de nuestra vacunación. Cuando la Agencia Europea del Medicamento inmoviliza el lote ABV5300 por la aparición de efectos adversos graves y raros, en España se publica que se está investigando la aparición de trombos en Guardias Civiles en la Comunidad Valenciana con el lote ABV5045. Este número de lote coincide con el de otros afectados.

Desgraciadamente igual que en otros países europeos, también comienzan a confirmarse las primeras muertes en España de trabajadores esenciales vacunados. Pilar, profesora de Matemáticas del IES Guadalpine en Marbella, Mario, el docente del IES Universidad Laboral de Toledo y Francisco, el militar de Navarra. La ministra de Defensa, Margarita Robles afirmó entonces: "en los informes médicos que nos han dado parece que no hay ninguna duda de que la consecuencia fue la administración de la vacuna". Es el primer cargo público, miembro del Gobierno, que reconoce la vínculación de los episodios de trombos con la administración de la vacuna. Contrasta con las dificultades que nos encontramos los afectados cuando pedimos que se nos reconozca por escrito lo que nos ha sucedido.

Se nos habla de que no se puede probar con certeza, que no se puede demostrar o que el causante del episodio puede ser otro y no la vacuna.

Pero la cuestión es que no nos dan una explicación razonable y nosotros consideramos que es consecuencia de la vacuna. Como también lo consideran buena parte, oficiosamente siempre, el personal médico que nos ha atendido.

Porque la verdad es que la negativa a reconocer la evidencia de que nuestros problemas han sido derivados por culpa de la vacuna, nos hace pensar que estamos en una novela de Kafka, en un libro de espías, o en la serie Chernobil. Porque parece kafkiano que buena parte del equipo médico nos reconozca en privado que la causa de nuestras complicaciones podría ser perfectamente la vacuna, pero que no se escriba en un informe médico. Que se nos diga que no nos volvamos a vacunar con AstraZeneca, por las consecuencias que pueda tener, y que cada vez se nos niegue por activa y por pasiva establecer la vacuna como causa.

Porque resulta surrealista que después de lo que nos ha pasado, en la situación en la que continuamos no se reconozca la verdadera causa de nuestra situación y debamos organizarnos y venir hasta aquí, al Congreso de los Diputados para conseguirlo. Porque resulta muy sorprendente que con todas las horas y horas que ustedes, y los medios de comunicación, y todo el mundo han hablado del Covid y de las vacunas, nosotros hayamos permanecido prácticamente invisibles. ¿O debería decir silenciados?

En el 11º informe de farmacovigilancia sobre las vacunas covid-19 se asegura que hasta el día 12 de diciembre de 2021 se registraron un total de 12.500 notificaciones de efectos adversos de los cuales 2.758 fueron considerados graves. A continuación detallan los efectos secundarios reconocidos oficialmente hasta hoy: trombosis en combinación con trombocitopenia, como trombosis de senos venosos cerebrales, en abdomen, y trombosis arterial, trombocitopenia aislada, síndrome de fuga capilar sistémica, urticaria, angioderma, trastornos menstruales, síndrome inflamatorio multisistémico, trombosis de senos venosos cerebrales y trombocitopenia, síndrome de Guillem Barré, trombocitopenia inmune y mielitis transversa.

No sé si ustedes o los medios de comunicación son conocedores de esta realidad. Si verdaderamente sabían de la existencia de afectados, ¿han hecho algo por nosotros?¿debemos esperar que hagan algo? Y si no sabían de nuestra existencia, ¿no les resulta sorprendente de que con todo lo que han hablado de covid y vacunas, con todos los informes que han realizado al respecto ustedes no tuvieran el conocimiento de la existencia de afectados?

Hay personas que nos han llegado a decir que ustedes lo niegan porque no quieren indemnizarnos. Pero eso no sólo sería una vergüenza ética sino democrática. (fallo al comprender la locución).

Nosotros como colectivo de trabajadores afectados, lo primero que perseguimos es que se nos reconozca. Es de justicia en democracia. Una vez reconocida que nuestra situación médica es consecuencia de las vacunas, ustedes verán si corresponde indemnizar o no. Eso les corresponde decidirlo a ustedes como políticos. Pero teniendo en cuenta que nuestro colectivo es de trabajadores esenciales, que fuimos animados a una vacunación que se afirmaba 100% segura, sin prescripción médica y sin consentimiento informado, desconociendo todos estos efectos secundarios graves anteriormente descritos, como los que padecemos, creemos que sí, que sería justa una indemnización. Y además si tenemos en cuenta que en buena parte de los casos no nos hubiéramos vacunado con AstraZeneca porque no nos tocaba por edad.

¿Los poderes que nos animaron a vacunarnos pretenden obviar lo que la vacunación nos ha provocado? ¿Nos van a negar y obviar? ¿Por qué? Si es así, lo lamento mucho porque yo tenía otro concepto del Estado de Bienestar y pensaba que el Estado de Bienestar reconocería e indemnizaría a quienes han sido víctimas de un proceso de vacunación que se nos impuso como una obligación ciudadana prácticamente legal. Ustedes decidirán si su concepto de Estado de Bienestar nos ampara o no. Pero negar nuestra existencia atentaría contra la propia democracia.

Soy profesor de física y química. Para mí negar laimportancia histórica de las vidas que han salvado las vacunas sería tan científicamente ridículo como negar la evolución de la especie. No estamos aquí para cuestionar las vacunas, sino simplemente para que se reconozca que algunas vacunas, que algunos lotes de vacunas, que algunas vacunas sobre un tipo determinado de personas tienen graves efectos y causan enfermedades incluso muertes.

Nosotros consideramos que es una evidencia.

Más allá de reconocernos solicitamos que se investiguen las casuísticas y los lotes para determinar cuál fue el problema y poder prevenir muertes y enfermedades graves en el futuro. Que se investigue si una mayor rapidez en la farmacovigilancia hubiera evitado algunos de los episodios vividos paralizando antes la vacunación con AstraZeneca.

Solicitamos también que se investigue para protocolos futuros si personas con patologías previas debieron ser excluidas de las etapas iniciales de vacunación.

Solicitamos también que se nos reconozca una atención psicológica de las personas que lo requieran, de las personas que hemos padecido esta traumática situación.

Solicitamos también que se financien todos los medicamentos necesarios por nuestras afectaciones. Estudiando en cada caso las necesidades que ha generado en cada paciente su efecto adverso.

Solicitamos que se tenga en cuenta nuestra casuística en futuros pasaportes covid, incluyendo criterios de excepcionalidad médica para personas que por razones de salud no pueden obtener la pauta completa de vacunación, tal y como han hecho en países como Francia y Austria. Que dicho documento tenga reconocimiento y validez a nivel europeo e internacional tal y como han solicitado en los últimos meses otros colectivos de afectados por las vacunas covid19 que se encuentran ante la misma vulneración de derechos.

Solicitamos también para todos aquellos afectados por las vacunas, que padecen síntomas muy similares a los pacientes con covid persistente postinfección como astenia, niebla mental, dificultad para respirar, poca tolerancia al ejercicio, síntomas dermatológicos, neurológicos, dolor, hormigueos, que se incluyan en los estudios clínicos que se están realizando. Como el que lidera el Doctor Francisco Mena Cordero (sobre Long Covid). Así como los que puedan surgir en el futuro.

También resulta imprescindible derivar a estos pacientes a las unidades especializadas en Covid persistente de los centros de referencia de cada Comunidad Autónoma para mejorar los diagnósticos y los tratamientos de los afectados.

Y finalmente, solicitamos que evalúen si merecemos una indemnización por todo lo que hemos pasado y estamos pasando.

Todo esto solicitamos que conste en las conclusiones de esta Comisión."

Preguntas de los diputados

La primera pregunta, planteada por una diputada del PNV se dirige para conocer el número de asociados de la Asociación y para conocer si existen otras organizaciones como esta y si en otros estados se está abordando estos hechos que se denuncian. Las preguntas de la portavoz del PNV coinciden con las planteadas por Baldoví del grupo republicano, que incide en querer saber el número de personas asociadas, si hay más asociaciones para otro tipo de vacunas. Le pregunta por su situación de baja laboral, y pregunta si se hace referencia a la vacuna de alguna manera. Insiste preguntando cómo se actúa en otros países.

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