La Comisión Europea avanza en su batalla legal contra el gigante tecnológico Google. Hoy ha presentado una serie de cargos contra la compañía, donde se le acusa de distorsionar el mercado de la publicidad, abusando de su poder dominante y vulnerando las normas de competencia de la UE.
Tras dos años de investigación, el ejecutivo de Bruselas abre una nueva fase donde la compañía norteamericana puede tener que afrontar una multa del 10% de sus ingresos anuales si se constata la infracción de la que le acusa la Comisión Europea.
Por su parte, el ejecutivo europeo le anima a que se deshaga de parte de su negocio para hacer frente a la multa.
El conflicto tiene su origen en la publicidad de Google. La Comisión considera que se ha favorecido la visualización online de sus propios servicios de tecnología publicitaria en detrimento de proveedores rivales. Google habría abusado de su posición dominante, desde el año 2014, en el sistema de publicidad digital, donde la empresa interviene en toda la cadena.
Se señala que existe un conflicto de intereses, puesto que Google estaría presente en ambos lados de la cadena: por un lado, su servidor de anuncios para editores y por otro, sus herramientas de compra.
El proceso continúa, y no tiene límite temporal para incorporar más pruebas y nuevos hechos por los que la compañía pueda ser sometida a sanciones en la UE.