La Agencia Europea del Medicamento ha emitido una serie de comunicados el pasado fin de semana. Uno de ellos advierte sobre el "Síndrome Guillain-Barré", que podría haberse dado después de la administración de esta vacuna en algunos pacientes. Aunque por el momento, la EMA ha señalado que no dispone de información suficiente ni para confirmar ni para desmentirlo. No obstante, sí que ha señalado que "en vista de la gravedad de esta rara afección, se ha recomendado añadir una advertencia en el resumen de las características del producto y en el prospecto para alertar tanto a los profesionales de la salud como a las personas que se pongan esta vacuna por el potencial riesgo".
Señala textualmente en su comunicado que "los profesionales de la salud deben estar alerta ante lo signos y síntomas del Síndrome de Guillain Barré, para poderlo diagnosticar de manera temprana y poder llevar a cabo la atención y seguimiento así como el tratamiento necesario".
"Se aconseja a las personas que reciben la vacuna que busquen atención médica inmediata si desarrollan debilidad y parálisis en las extremidades que puede progresar hacia el pecho y la cara."
La EMA ha señalado que continuará investigando este asunto y que emitirá información en cuanto tenga más datos disponibles.
El comunicado oficial puede leerse aquí.
Síndrome Guillain-Barré
El síndrome de Guillain-Barré es un trastorno poco común que hace que el sistema inmunitario ataque el sistema nervioso periférico. Los nervios del sistema nervioso periférico conectan el cerebro y la médula espinal con el resto del cuerpo. La lesión de estos nervios dificulta la transmisión de las señales. Como resultado, los músculos tienen problemas para responder a las señales del cerebro. Nadie conoce la causa de este síndrome. Algunas veces, es desencadenado por una infección, una cirugía o una vacuna. Así se describe este síndrome en Medline Plus
El primer síntoma suele ser debilidad o una sensación de hormigueo en las piernas. La sensación puede extenderse a la parte superior del cuerpo. En casos severos, el paciente queda casi paralizado. Esto puede poner en riesgo la vida de la persona. Puede ser necesario usar un ventilador mecánico para ayudar con la respiración. Generalmente, los síntomas empeoran en un período de semanas y luego se estabilizan.
El síndrome puede ser difícil de diagnosticar. Dentro de los exámenes médicos posibles se incluyen exámenes neurológicos y una punción lumbar. La mayoría de las personas se recupera. La recuperación puede tomar algunas semanas o algunos años. El tratamiento ayuda con los síntomas y puede incluir medicamentos o un procedimiento llamado intercambio de plasma.